Como funciona el sistema de justicia en el cuento “Diles que no me maten”
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
La vida adquiere una dimensión existencial ante la muerte. Lo contrario de esta dimensión sólo puede pensarse en términos de inmortalidad. Esta inhibe el sentido de la vida que establece entre el ser humano y el mundo que le rodea una relación contingente por naturaleza. Ante la muerte, las contingencias de la vida se agrupan en sentidos que ilustran una visión de mundo que los incluye y los justifica, desde una racionalidad relativa a esta visión de mundo. Si todo acto siempre tuvo su razón de ser, un concepto de justicia se articula desde esta racionalidad. En “¡Diles que no me maten!” de Juan Rulfo, el protagonista está frente a la muerte y su vida entonces adquiere sentido. La suerte de su pasado se convierte en penitencia en el presente. Todas las contingencias de la vida del protagonista quedan organizadas a la esperanza de seguir pensando que tiene derecho a seguir viviendo. Sin embargo, la contingencia que vehicula su captura ilustra la cara oculta de la racionalidad que canaliza el comportamiento del protagonista. Este ocultamiento presupone un concepto de justicia que no es la de los sistemas jurídicos, sino la de la naturaleza instintiva del ser humano. Su lado ancestral que no obedece la lógica de su particular racionalidad, sino la del equilibrio entre la vida y la muerte.
Explicación:
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espero que te ayude :3
dame coronita
que tengas un lindo dia
Explicación:
La vida adquiere una dimensión existencial ante la muerte. Lo contrario de esta dimensión sólo puede pensarse en términos de inmortalidad. Esta inhibe el sentido de la vida que establece entre el ser humano y el mundo que le rodea una relación contingente por naturaleza. Ante la muerte, las contingencias de la vida se agrupan en sentidos que ilustran una visión de mundo que los incluye y los justifica, desde una racionalidad relativa a esta visión de mundo. Si todo acto siempre tuvo su razón de ser, un concepto de justicia se articula desde esta racionalidad. En “¡Diles que no me maten!” de Juan Rulfo, el protagonista está frente a la muerte y su vida entonces adquiere sentido. La suerte de su pasado se convierte en penitencia en el presente. Todas las contingencias de la vida del protagonista quedan organizadas a la esperanza de seguir pensando que tiene derecho a seguir viviendo. Sin embargo, la contingencia que vehicula su captura ilustra la cara oculta de la racionalidad que canaliza el comportamiento del protagonista. Este ocultamiento presupone un concepto de justicia que no es la de los sistemas jurídicos, sino la de la naturaleza instintiva del ser humano. Su lado ancestral que no obedece la lógica de su particular racionalidad, sino la del equilibrio entre la vida y la muerte.