como fue la migracion del mamut devido a la glaciacion
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Hace 30.000 años, un cambio en la órbita de la Tierra la alejó del Sol. Esta circunstancia provocó una glaciación que hoy en día conocemos como la “Edad del hielo”. A lo largo de la historia se han producido cincuenta edades de hielo, pero ninguna tan fría como esta.
Ancestros de los elefantes, estos poderosos herbívoros lanudos se alimentan del abundante pasto que cubre las llanuras del norte de Europa, en lo que hoy conocemos como el Mar del Norte; se alimentan durante todo el día y los machos se aparean con todas las hembras que pueden.
A principios del otoño los prados comienzan a helarse. La escasez de alimento y la caída de las temperaturas hasta los cincuenta grados centígrados bajo cero, los empuja hacia el sur. Un viaje de cuatrocientos kilómetros hacia los prados más protegidos de los Alpes, que realizan todos los años. Es el ejemplar con más experiencia, y normalmente con más migraciones a sus espaldas, el que decide el momento de ponerse en marcha, ya que su experiencia es imprescindible para que el rebaño pueda realizar el viaje seguro y con garantías hasta su destino.
Para los más jóvenes del grupo esta migración es todo un reto, en su huida del invierno la mayoría no sobrevive. Al pasar los días, su marcha disminuye y son vulnerables a depredadores y otros peligros; aunque las hembras progenitoras no los abandonan en su camino y se quedan a su lado lejos de la protección del rebaño.
Los leones de las cavernas son comunes en Europa en esta época, cuando localizan una cría junto a su madre, los persigue esperando su oportunidad cuando bajen la guardia y el pequeño sea más vulnerable. Rara vez consiguen alcanzar la presa, pero los depredadores siempre están al acecho. Algunos grandes mamuts machos viajan solos, y nada se interpone en la migración de un gran mamut, ni siquiera los depredadores como los leones, que se abren a su paso. Los humanos de las tierras del norte raramente los cazan, pero debido a la escasez de madera, usan los huesos de los cadáveres como combustible para hogueras y los cuernos para hacer refugios.
Los mamuts son sociables, por lo que según se van encontrando con otros grupos, se unen para proseguir su viaje a las tierras bajas de Europa en grandes manadas de cientos de ellos.
Mamuts en plena migración
Tras dos semanas de viaje, llegan a tierras más protegidas a los pies de los Alpes. Aquí tienen comida y están resguardados del invierno. Se alimentan de las ramas de las coníferas cuando su alimento principal está enterrado bajo la nieve. Una capa de diez centímetros de piel bajo el largo pelo, que puede llegar a un metro de longitud en invierno, le protegen de las bajas temperaturas durante todo el invierno.
En esta edad de hielo la primavera es tardía, no llegará hasta mayo. Es en este momento cuando los mamuts pierden su pelo de invierno y se quedan con una pequeña capa de pelo de unos cuantos centímetros. Los rebaños permanecen en los valles algunas semanas de la primavera, tiempo suficiente para que los recién nacidos puedan coger fuerza en sus piernas para el viaje de vuelta. Con las temperaturas más elevadas, los insectos aparecen y se convierten en un problema, de la única forma que pueden aliviarse un poco estos gigantes es cubriéndose de barro.