¿cómo fue la evolución diacrónica que siguieron las siguientes palabras del
latín para llegar al español?
Respuestas a la pregunta
Las lenguas romances —incluido, claro, el español— descienden del latín. Se suele hablar indistintamente de «descendencia» o «evolución», aunque quizá sea esta última palabra la más apropiada para el propósito del presente artículo sobre, precisamente, algunas reglas de evolución del español desde el latín.
Hablamos de evolución porque, naturalmente, ha habido cambios —más o menos regulares y generalizados a todos los casos aplicables— entre la palabra latina (étimo) y la palabra resultante en español.
Uno de los aspectos mágicos de este tipo de estudios es que les podemos aplicar la famosa ley de Pareto o del 80/20: a ojo de buen cubero, el 20 % de las reglas explica el 80 % de los cambios. Es este un 20 % de reglas muy productivas. Ya lo vimos, en una proporción más extrema, cuando explicamos la ley de Grimm para comparar raíces germánicas con sus equivalentes raíces latinas.