¿Cómo fue el reinado de Enrique IV?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Reinado de Enrique IV
Explicación:
El reinado de Enrique IV presenta una imagen francamente negativa. Es posible que él fuera un hombre débil y enfermizo , pero no hay que olvidar las opiniones negativas de la mayoría de los cronistas que han escrito sobre dicho monarca. Enrique IV tuvo un comienzo de reinado francamente positivo. Aunque tenía un hombre de confianza reclutado en las filas de la alta nobleza, Juan Pacheco, marqués de Villena, buscó sus principales colaboradores entre los legistas y gentes de la baja nobleza.
Todas esas medidas, no obstante, descontentaron a la alta nobleza. Mas el prestigio del monarca castellano era grande, como lo revela el hecho de que los catalanes insurrectos contra Juan II le ofrecieran el Principado en 1462. Enrique IV, que se mostró indeciso, renunció finalmente a esta oferta. A partir de esos momentos se constituyó frente al monarca castellano una liga nobiliaria, dirigida por el arzobispo de Toledo, Alonso Carrillo, y a la que incluso se adhirió el antiguo favorito de Enrique IV, el poderoso marqués de Villena.
Había, ciertamente, linajes de la alta nobleza que mantenían su fidelidad al rey de Castilla, como los Mendoza, pero eran los menos. Los rebeldes, en una ceremonia oprobiosa que tuvo lugar en las afueras de Avila en el año 1465, depusieron a Enrique IV, allí representado por un muñeco. En su lugar proclamaron rey de Castilla al príncipe Alfonso, hermano del monarca depuesto. Al mismo tiempo se difundía el bulo de que la princesa Juana, heredera del trono, no era hija de Enrique IV, sino de su nuevo favorito, Beltrán de la Cueva.
El apoyo de los concejos, organizados en una nueva Hermandad General, y de los nobles adictos, como los Mendoza, le permitió derrotar a la nobleza levantisca en Olmedo , villa que volvía a ser escenario de una victoria monárquica. No obstante, los últimos años del reinado de Enrique IV estuvieron dominados por el problema sucesorio. Pero el matrimonio de Isabel con el aragonés Fernando, también heredero del trono, celebrado en la villa de Valladolid en octubre del año 1469, disgustó profundamente a Enrique IV. La liga nobiliaria que en el pasado había depuesto a Enrique IV, y que después de 1468 había procurado un acercamiento a la princesa Isabel, se puso ahora del lado del monarca castellano.
Al morir Enrique IV, en el año 1474, Castilla se vio envuelta en una guerra sucesoria, entre Isabel y Fernando, por una parte, y los partidarios de Juana la Beltraneja, por otra.