Como fue el periodo de la revolucion en la historia de mexico
Respuestas a la pregunta
Físicamente México (Estados Unidos Mexicanos) forma parte tanto de América del Norte como de América Central, por hallarse al norte y al sur de la falla que constituye el límite físico entre ambas Américas.
Desde el punto de vista social, forma parte de la América Latina, la cual se extiende desde México hacia el sur., hasta la Patagonia. Sus tierras limitan al norte con EE.UU., y al sureste con Guatemala y Belice, y sus costas se abren ampliamente al golfo de California, al oeste, al océano Pacífico, y al este al golfo de México y al mar Caribe.
México es un museo vivo y el laboratorio de antropología cultural más fascinante de América. Suele llamársele “el país azteca”; sin embargo, no se trata de una mera asociación con las glorias de uno de los mayores imperios de la historia americana. Es algo más: una recuperación de las propias raíces después de un período colonial en el que lo indígena fue sistemáticamente negado.
El visitante percibe la pervivencia de las antiguas culturas junto al sustrato hispánico, que los restos arquitectónicos imperiales conviven con las iglesias coloniales, que los palacios coloniales se cimientan en los derruidos palacios indígenas y que, junto a las maravillosas esculturas aztecas u olmecas, aparecen santos policromados, hierros de hermosa forja española y suntuosos altares dorados.
El México moderno, sin embargo, se configura como heredero de varias culturas, las mesoamericanas y la española por una parte, y por la otra la de diferentes grupos que han emigrado a estas latitudes, e incluso de la norteamericana, cuya influencia se inició en el siglo XIX.
México prehistórica
Las culturas mexicanas se hallaban situadas en dos grandes áreas, de límites variables a través de los siglos. La septentrional, llamada Aridamérica. correspondía a las zonas predominantemente desérticas que albergaron poblaciones de economía basada en la explotación de productos vegetales y en la cacería.
Al sur se encontraba Mesoamérica, área de climas más propicios para el desarrollo de las altas culturas. todas ellas estrechamente ligadas a causa de un común orinen v de ininterrumpidos contactos culturales y comerciales.
Los diversos grupos étnicos de Aridamérica evolucionaron lentamente y dejaron escasos restos culturales, en contraste con el constante y firme progreso cultural mesoamericano. Los restos fósiles indican que los primeros habitantes debieron penetrar hace unos 13.000 años.
Seguramente fueron grupos cazadores, principalmente en los estados norteños, Jalisco y las cuencas lacustres de México y Puebla. Antes del 7.000 a. C. entraron al parecer grupos de recolectores, que se asentaron desde el norte de México hasta Oaxaca y Chiapas. Poseían una cultura precerámica y conocían instrumentos de piedra capaces de moler, raspadores, grabadores, hachas cortas, etc.
Paulatinamente llegaron a una etapa, llamada agrícola, de cultivadores incipientes. De la recolección de maíz, chile, calabaza, fríjol, etc., pasaron a su cultivo e hibridación. Existía un culto mortuorio bastante desarrollado y entre el 3.000 a. C. y el 2.000 a. C. empezaron a formarse pequeñas aldeas, con viviendas semisubterráneas.
Formación de México
Se inició en el 1500 a. de C.. en pleno período preclásico inferior. En la costa del golfo de México, al sur de Veracruz y occidente de Tabasco, en una región húmeda y lluviosa, apareció una cultura, actualmente llamada olmeca arqueológica, punto de arranque de la alta cultura de Mesoamérica.
Los sitios más importantes fueron fres Zapotes, La Venta, El Trapiche, San Lorenzo y Los Tuxtlas. Étnicamente presentaban rasgos mongoloides y su arte giró alrededor de la figura del jaguar, reflejada en un dios principal de acentuados rasgos animales.
A través del comercio, la colonización y las guerras, se difundió la cultura olmeca. principalmente en la cuenca de México, Chiapas y Guatemala. Del 800 a.C. al 200 a.C. logró este pueblo un gran desarrollo, principalmente en técnica lítica y en escultura, de lo que son testimonio las cabezas colosales de piedra con cara de niño (Baby Face).
Empezaron entonces a formarse los centros ceremoniales que iniciaron el desarrollo urbano de Mesoamérica. El comercio se volvió más intenso y se desarrollaron los sistemas de calendarios que servirían de base a los de las otras culturas posteriores.