¿COMO FUE EL ESTADO IMPERIAL EN SU GRANDEZA?
Respuestas a la pregunta
Los Estados Imperiales gozaban de varios derechos y privilegios. Sus gobernantes tenían autonomía para regular sus propios asuntos y los de su casa; en particular, se les permitía fijar normas relativas a la herencia de sus Estados Imperiales sin interferencias del Sacro Imperio. Después del Tratado de Westfalia(1648) pudieron firmar tratados y concertar alianzas con otros Estados Imperiales e incluso con potencias extranjeras sin el permiso expreso del Emperador. Sólo a los príncipes electores (y no a otros príncipes) se les permitió ejercitar ciertas regalías, como el poder de acuñar moneda, cobrar impuestos y peajes y el monopolio sobre las minas de oro y plata de sus territorios.
Entre los principales derechos de los gobernantes de un Estado Imperial se encontraban:
Tener escaño y voto en el Reichstag; el voto podía ser individual (Virilstimme) o colectivo (Curiatstimme).Ser suspendido o privado de su estatus solo por sus pares (salvo en los casos de abuso sobre regalías, como la acuñación o cobro de peajes, en los que el Emperador o las Cortes de Justicia del Sacro Imperio podían ordenar la suspensión).Precedencia sobre todos los súbditos del Imperio (la precedencia entre los propios Estados Imperiales estaba claramente definida en las ceremonias del Reichstag).El derecho de asociación y voto dentro de su propio Consejo.El derecho de voto agrupado por religión (procedimiento llamado itio in partes), que podría invocarse para tratar cualquier asunto, no solo el religioso: los Estados se agrupaban por su religión (el cuerpo o banco católico y el banco protestante del Sacro Imperio, que estaban presididos, respectivamente, por el Elector Arzobispo de Maguncia y el Elector de Sajonia, aunque este último fuera también católico). En cada cuerpo se tomaba por mayoría los acuerdos según el número de votos que los Estados que los componían tenían en la Dieta. Así agrupados, los dos bancos religiosos tenían capacidad de veto en la Dieta Imperial, pues no podría acordarse ninguna decisión si los dos cuerpos tomaban resoluciones opuestas.