¿Cómo evoluciona la percepción del tiempo y el espacio desde que nacemos?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
La percepción subjetiva que tenemos del tiempo es influenciada por muchos factores externos e internos a nuestro organismo. El tiempo vuela cuando lo estamos pasando bien, cuando nos gusta lo que hacemos, cuando estamos motivados, cuando lo que hacemos es novedoso o cuando estamos ocupados. Las experiencias previas también influyen en nuestra percepción del tiempo. Eso es lo que ocurre cuando, por ejemplo, una película nos parece más corta al verla por segunda vez. Contrariamente, el tiempo pasa más lentamente, es decir, se nos hace más largo, cuando lo estamos pasando mal, cuando esperamos con impaciencia, cuando tenemos prisas, cuando estamos enfermos, cuando nos duele algo o cuando estamos cansados o incómodos. Se nos hace asimismo eterno cuando llevamos una carga pesada encima y, sobre todo, cuando estamos en peligro. También apreciamos su curso como más lento cuando nos aburrimos y, especialmente, cuando le prestamos atención, es decir, cuando estamos pendientes de él. Si no le hacemos caso, el tiempo transcurre más rápidamente.