como es posible que el sonido de la campana se escuche muy fuerte doy corona y todo lo que se pueda a respuesta correcta es de español
Respuestas a la pregunta
Respuesta:Introducción
“Los sentidos son la base de la condición
humana”, es la frase con la cual el Dr.
Herminio Pérez centra toda su investigación. Este especialista ha realizado
un estudio en el que se recoge el posible
impacto del sonido de las campanas en
aquellas personas que desempeñan el
tradicional oficio de campaneros.
Valencia, una ciudad llena de campanarios que tocan a todas horas desde
hace ya tiempo de forma automática,
aún tiene algunos sitios emblemáticos,
como la torre del “Miquelet”, al lado
de la catedral valenciana, en los que
en días especiales, el repicar de sus 11
campanas, muchas de ellas de más
de 8 toneladas y 2,40 m de diámetro,
se hace de forma manual y siguiendo ritmos ancestrales, que varían su
partitura según el momento, fiesta o
procesión.
La Colla de Campaners de la Catedral
de València es un grupo de profesionales voluntarios que gestionan desde
1971 las campanas de la catedral, y tocan unos 60 días al año, consiguiendo
hace poco que se convirtiera el “toque
de campanas de la catedral” en Monumento inmaterial.
¿Cómo se hizo la
investigación?
El doctor Herminio, después de hacer
una visita guiada, se interesó por el
tema desde el punto de vista acústico
y embarcó a Fr. Francesc Llop i Bayo,
presidente de la colla de campaneros,
y a Blanca Pastor, doctora otorrinolaringóloga residente del hospital donde
trabaja el propio doctor, para realizar
un estudio de investigación que no se
ha elaborado en ningún otro sitio del
mundo. Les preocupaba que los campaneros se estuvieran quedando sordos
en su búsqueda del ritmo y armonía
perfectas.
Una sola campana resuena a 120 decibelios (dB) a 1 metro de distancia de ella,
lo que haría suponer que, al repicarlas
todas a la vez, desde el centro de la sala
de 25 m2
, este sonido se multiplicará
por la cantidad de campanas que estén
sonando en ese momento, llegando a
un nivel de decibelios inmenso.
Sin embargo, tras realizarse mediciones
acústicas en varias ocasiones y para
sorpresa de todos, la hipótesis del trabajo se vino abajo. El campanario construido entre los años 1381 y 1429, fue
diseñado con una acústica especial que
consigue que el sonido no se concentre
y se disperse de tal forma que el repicar de campanas se pueda oír hasta
una distancia de 4 kilómetros, pero que
en medio de la sala, no supere los 125
decibelios.
Los investigadores compararon la torre
del Miquelet con una caja de guitarra,
en la cual se genera el sonido y se perfecciona, pero se expulsa hacia fuera
para el disfrute de la población.
Aun así, a partir de 80 decibelios cualquier sonido ya se considera perjudicial
para la salud y el oído, y a partir de 120
decibelios se considera que traspasa
el umbral de dolor y más teniendo en
cuenta la frecuencia y alta intensidad
en las que suenan las campanas, en especial las de tono más agudo.
El sonido se vuelve dañino a los 75 dB
y doloroso alrededor de los 120 dB. Si
llega a los 180 dB incluso puede llegar
a causar la muerte. Estos son algunos
decibelios que soportamos en nuestro
día a día:
y Un aspirador genera 65 dB.
y Una calle con mucho tráfico, el despertador o la televisión a un volumen
elevado, pueden llegar a los 75 dB.
y De 75 dB a 100 dB la sensación debería ser molesta. Por eje
Explicación:
Porque al ser golpeada es una mezcla de múltiples frecuencias