como es posible que carlos vallecilla halla ganado mas dinero vendiendo pollo que como gerente del banco de cali
pls es para un mañana urgente!
Respuestas a la pregunta
Contestado por
1
¿Cómo un empresario exitoso del sector farmacéutico comenzó vendiendo pollos en Cali?
En 1951 tuve la idea de abrir un negocio que no había en Cali. En aquel entonces trabajaba en el Banco de Colombia, me levantaba a las tres de la mañana para comprar en plaza de mercado entre 20 y 25 pollos en las chivas que llegaban, ya que no había granjas avícolas. Monté el primer asadero de pollos de Cali “La Fonda del Pollo” y a los pocos meses ganaba más dinero que como empleado bancario, a pesar de haber sido gerente. Crecí año tras año hasta que llegó una época muy triste cuando me dediqué a la incubación de pollitos en una granja cercana a Juanchito. Hubo una gran inundación en 1968 y todo mi capital se perdió. Lo único que me quedó fueron mi esposa Lya Martínez y cinco hijos pequeños.
¿Cuál fue la clave para superar esa dura época?
Seguí luchando y trabajando y con la ayuda de los bancos me levanté. Luego vendí materias primas para la alimentación de aves y productos químicos a los laboratorios. Viajaba todas las semanas a Bogotá –donde quedaban los más grandes laboratorios— hasta que luego de un gran negocio con una multinacional, a la cual le vendía cierto producto, me enteré, luego de indagar en las farmacias, que ellos lo ofrecían diez veces más caro. Le dije entonces a un yerno que no 'pendejearamos' más y que montáramos nuestro laboratorio. Aunque no sabíamos nada del negocio, enganchamos a gente que sí conocía. Lo importante es vincularse con personas capaces, cosa que hemos hecho desde 1988 cuando fundamos el laboratorio Agrovic hoy Carval –compañía dedicada al desarrollo y comercialización de productos del sector pecuario- y en 1989 en Laboratorios La Santé. Iniciamos con un pequeño equipo de trabajo y hoy el Grupo cuenta con 2200 colaboradores.
¿Por qué incursionar en el negocio farmacéutico, una industria muy compleja, llena de retos y exigencias?
Como le comenté anteriormente me inicié en el negocio de los laboratorios con Carval en la comercialización de vacunas y la fabricación de medicamentos veterinarios, ya conocía las necesidades de los clientes, pues fui avicultor. Posteriormente vi una oportunidad en el segmento de medicamentos humanos, luego de hacer muchas sumas y restas. Le pusimos La Santé (La Salud), nombre que me sugirió un yerno que estudió en Francia. Luego supe que La Santé era una cárcel en Francia. (risas). Fue un negocio arriesgado y muy difícil hasta llegar al punto de equilibrio después de muchos años. Eso era perder la plata que ganaba con los negocios del sector pecuario, ya que todo lo invertía en La Santé. Aquí el reto era tener gran calidad en productos, cosa que se logró.
¿A qué atribuye su éxito empresarial?
A la fe y la persistencia. Las cosas se pueden hacer a pesar de las dificultades. Por más que haya problemas, como los tuve yo, estando casi en la quiebra, logré superarlos y montar nuevos negocios. Así ha sido mi vida durante los 70 años que llevo trabajando, y es el legado que quiero dejarle a mi familia y a todos mis colaboradores.
En 1951 tuve la idea de abrir un negocio que no había en Cali. En aquel entonces trabajaba en el Banco de Colombia, me levantaba a las tres de la mañana para comprar en plaza de mercado entre 20 y 25 pollos en las chivas que llegaban, ya que no había granjas avícolas. Monté el primer asadero de pollos de Cali “La Fonda del Pollo” y a los pocos meses ganaba más dinero que como empleado bancario, a pesar de haber sido gerente. Crecí año tras año hasta que llegó una época muy triste cuando me dediqué a la incubación de pollitos en una granja cercana a Juanchito. Hubo una gran inundación en 1968 y todo mi capital se perdió. Lo único que me quedó fueron mi esposa Lya Martínez y cinco hijos pequeños.
¿Cuál fue la clave para superar esa dura época?
Seguí luchando y trabajando y con la ayuda de los bancos me levanté. Luego vendí materias primas para la alimentación de aves y productos químicos a los laboratorios. Viajaba todas las semanas a Bogotá –donde quedaban los más grandes laboratorios— hasta que luego de un gran negocio con una multinacional, a la cual le vendía cierto producto, me enteré, luego de indagar en las farmacias, que ellos lo ofrecían diez veces más caro. Le dije entonces a un yerno que no 'pendejearamos' más y que montáramos nuestro laboratorio. Aunque no sabíamos nada del negocio, enganchamos a gente que sí conocía. Lo importante es vincularse con personas capaces, cosa que hemos hecho desde 1988 cuando fundamos el laboratorio Agrovic hoy Carval –compañía dedicada al desarrollo y comercialización de productos del sector pecuario- y en 1989 en Laboratorios La Santé. Iniciamos con un pequeño equipo de trabajo y hoy el Grupo cuenta con 2200 colaboradores.
¿Por qué incursionar en el negocio farmacéutico, una industria muy compleja, llena de retos y exigencias?
Como le comenté anteriormente me inicié en el negocio de los laboratorios con Carval en la comercialización de vacunas y la fabricación de medicamentos veterinarios, ya conocía las necesidades de los clientes, pues fui avicultor. Posteriormente vi una oportunidad en el segmento de medicamentos humanos, luego de hacer muchas sumas y restas. Le pusimos La Santé (La Salud), nombre que me sugirió un yerno que estudió en Francia. Luego supe que La Santé era una cárcel en Francia. (risas). Fue un negocio arriesgado y muy difícil hasta llegar al punto de equilibrio después de muchos años. Eso era perder la plata que ganaba con los negocios del sector pecuario, ya que todo lo invertía en La Santé. Aquí el reto era tener gran calidad en productos, cosa que se logró.
¿A qué atribuye su éxito empresarial?
A la fe y la persistencia. Las cosas se pueden hacer a pesar de las dificultades. Por más que haya problemas, como los tuve yo, estando casi en la quiebra, logré superarlos y montar nuevos negocios. Así ha sido mi vida durante los 70 años que llevo trabajando, y es el legado que quiero dejarle a mi familia y a todos mis colaboradores.
Otras preguntas