como es la vida social en las fronteras
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Viviendo en la frontera
Triunfa alrededor una idea de frontera que tiene que ver con lo lejano, con lo remoto, aquello que de tan periférico linda con lo que ya no nos representa, el límite inmediato a lo extranjero, o sea, lo muy otro. Será por los objetos visuales con los que nos componemos mentalmente una frontera, o por los recuerdos de todas las que hemos cruzado a lo largo de la vida, pero tendemos a reducir las fronteras a líneas imaginarias, que sin perder su naturaleza de contingentes, prometen con su transgresión un notable cambio de estadio, o un pequeño acontecimiento y, por tanto, nos devuelven la promesa de un nueva topología para el sujeto. Un nuevo espacio, una nueva forma de sentir y organizar el mundo, la convocatoria para una nueva forma de relacionarnos con nuestro alrededor. Se trata, sin duda, de una visión que busca el subrayado de aquello que queda más allá de la línea, y por tanto, es lo contrario de lo cotidiano, que queda aparentemente confinado “a este lado” de la frontera, donde reside “la vida cotidiana”, la “mera vida”.
La frontera, por tanto, nos lanza la primera oportunidad para reflexionar sobre la(s) vida(s). ¿Qué vida es la que cae a este lado de la línea en donde moramos con cotidianeidad? Pareciera que esta es la vida de diario, la vida que ramifica en el leve pasar del tiempo, la que forja sentidos ensayándolos en la actividad habitual, en el instante que sigue al anterior, que tiene que ver con lo que fluye, no con lo que topa con fronteras ni asíntotas infranqueables. Manejemos que, por el contrario, la vida al otro lado tiene que ver con la expectativa del estrago, el cambio rupturista, el reto, allí donde el tiempo vale más por sus instantes en valor que por su fluidez, donde el diacronismo de la cotidianeidad encuentra la oportunidad de brillar mejor en el estallido único del momento sincrónico, aunque su coste sea el trance y su lapso el santiamén. Todo, hasta aquí, para manifestar nuestra inercia por considerar la faceta de detención y, con su transgresión, cambio, que subyace a esa línea que llamamos frontera y que en nuestra vida comparece como la expectativa de lo singular, la solución de continuidad. Y por tanto, la idea de que vivimos cotidianamente en “el pasar”, franqueando las líneas y fronteras que acotan nuestra vida solo de forma infrecuente y anecdótica, sean políticas o simbólicas, sociales o personales.
Explicación:
Espero ayudarte
Respuesta:
la verdad no me consta pero yo creo que la vida en las fronteras debe ser una lucha constante por tu vida y por las personas que van contigo ya que corren varios riesgos como el que los agarre la policía y los deporten a su país por indocumentados además de que pasaras horas, días o quizá meses sin comer, sin un techo estable donde dormir y sin trabajo