¿CÓMO ES LA VIDA EN LA LUNA? ¿LES PARECE UN BUEN LUGAR PARA VIVIR? ¿POR QUÉ?
Respuestas a la pregunta
Respuesta: No
Explicación:
Porque no hay comida para sobrevivir y si se te acaba el oxigeno no podras vivir
Respuesta:
El primer tema importante es analizar cómo conseguir el oxígeno necesario para que un ser humano pueda sobrevivir. Referente a ello, la NASA parece ya tenerlo contemplado; ya que tiene pensado la construcción de numerosos invernaderos que permitan a las personas pasar estancias largas en la Luna. Esto aseguraría la creación del 81% del oxígeno indispensable; el 19% restante se adquiere de la reutilización del aire que se respira
Explicación:
¿Con qué material se podría construir?
El regolito lunar es un fino polvo que cubre la Luna, muy similar a la arena volcánica de la Tierra, y puede convertirse en ladrillos. Para el proceso se requiere una concentración de luz solar o láser para unir los materiales; creando así ladrillos que pueden entrelazarse para formar edificaciones.¿La temperatura sería la adecuada?
La mayor parte de la superficie lunar oscila entre una media de 123 °C durante el día y -190 °C durante la noche; además la ausencia de atmósfera y el clima hacen necesaria una protección contra la radiación solar. La única solución sería construir un refugio con los recursos disponibles. Lo que nos lleva al siguiente punto.
¿Con qué material se podría construir?
El regolito lunar es un fino polvo que cubre la Luna, muy similar a la arena volcánica de la Tierra, y puede convertirse en ladrillos. Para el proceso se requiere una concentración de luz solar o láser para unir los materiales; creando así ladrillos que pueden entrelazarse para formar edificaciones.
¿Cómo se dividiría el territorio?
La Luna es mucho menor que la Tierra, por lo que otra incógnita es: ¿Qué parte de la Luna correspondería a cada país interesado en su colonización? Este tema no tiene una probable solución aún; ya que en El Tratado sobre el espacio ultraterrestre de 1967 se postula que ninguna nación puede ser propietaria de parte del territorio lunar. La solución pasaría por un sistema de licencias que reconociera las estructuras físicas de la Luna como propiedades privadas.