Cómo es la actividad humana en tu comunidad está alternando los factores químicos y físicos del ambiente
Respuestas a la pregunta
Érase una vez un campesino famoso en el lugar por ser un chico muy listo y ocurrente. Tan espabilado era que un día consiguió burlar a un diablo ¿Quieres conocer la historia?
Cuentan por ahí que un día, mientras estaba labrando la tierra, el joven campesino se encontró a un diablillo sentado encima de unas brasas.
– ¿Qué haces ahí? ¿Acaso estás descansando sobre el fuego? – le preguntó con curiosidad.
– No exactamente – respondió el diablo con cierta chulería – En realidad, debajo de esta fogata he escondido un gran tesoro. Tengo un cofre lleno de joyas y piedras preciosas y no quiero que nadie las descubra.
– ¿Un tesoro? – El campesino abrió los ojos como platos – Entonces es mío, porque esta tierra me pertenece y, todo lo que hay aquí, es de mi propiedad.
El pequeño demonio se quedó pasmado ante la soltura que tenía ese jovenzuelo ¡No se dejaba asustar ni siquiera por un diablo! Como sabía que en el fondo el chico tenía razón, le propuso un acuerdo.
– Tuyo será el tesoro, pero con la condición de que me des la mitad de tu cosecha durante dos años. Donde vivo no existen ni las hortalizas ni las verduras y la verdad es que estoy deseando darme un buen atracón de ellas porque me encantan.
El joven, que a inteligente no le ganaba nadie, aceptó el trato pero puso una condición.
– Me parece bien, pero para que luego no haya peleas, tú te quedarás con lo que crezca de la tierra hacia arriba y yo con lo que crezca de la tierra hacia abajo.
El diablillo aceptó y firmaron el acuerdo con un apretón de manos. Después, cada uno se fue a lo suyo. El campesino plantó remolachas, que como todos sabemos, es una raíz, y cuando llegó el momento de la cosecha, apareció el diablo por allí.
– Vengo a buscar mi parte – le dijo al muchacho, que sudoroso recogía cientos de remolachas de la tierra.
– ¡Ay, no, no puedo darte nada! Quedamos en que te llevarías lo que creciera de la tierra hacia arriba y este año sólo he plantado remolachas, que como tú mismo estás viendo, nacen y crecen hacia abajo, en el interior de la tierra.
El diablo se enfadó y quiso cambiar las condiciones del acuerdo.
– ¡Está bien! – gruñó – La próxima vez será al revés: serás tú quien se quede con lo que brote sobre la tierra y yo con lo que crezca hacia abajo.
Y dicho esto, se marchó refunfuñando. Pasado un tiempo el campesino volvió a la tarea de sembrar y esta vez cambió las remolachas por semillas de trigo. Meses después, llegó la hora de recoger el grano de las doradas espigas. Cuando reapareció el diablo dispuesto a llevarse lo suyo, vio que el campesino se la había vuelto a dar con queso.
– ¿Dónde está mi parte de la cosecha?
– Esta vez he plantado trigo, así que todo será para mí – dijo el muchacho – Como ves, el trigo crece sobre la tierra, hacia arriba, así que lárgate porque no pienso darte nada de nada.
El diablo entró en cólera y pataleó el suelo echando espuma por la boca, pero tuvo que cumplir su palabra porque un trato es un trato y jamás se puede romper. Se fue de allí maldiciendo y el campesino listo, muerto de risa, fue a buscar su tesoro.
Respuesta:
Las interacciones entre los seres humanos y el ambiente a lo largo de la historia han sufrido modificaciones en la medida en que el uso de los recursos de la Tierra se ha diversificado y ampliado. Toda actividad humana impacta al medio ambiente a corto, mediano y largo plazos, y en intensidad variable. Tales afectaciones se vuelven complejas en su evaluación pues la dinámica ambiental de los ecosistemas varía según el ecosistema en cuestión, así como todas las variables propias de los daños ambientales, condiciones del clima y ubicación geográfica, entre otras. Todos estos daños en el medio ambiente afectan a las poblaciones humanas ya sea in situ o bien a través de la dinámica de los contaminantes en función del medio donde fueron liberados; por ejemplo, la contaminación del aire impactará la salud de la población de la zona urbana donde se produjo pero a través de las corrientes de aire puede llegar más allá de esta zona e incluso afectar la salud de personas no responsables del origen del problema; la contaminación del agua al ser un elemento poco estático podrá afectar poblaciones lejanas al origen de la contaminación; la contaminación de alimentos, la cual se puede producir en el lugar donde son cultivados (procesos agrícolas) o criados (procesos pecuarios), almacenados, transportados, procesados (en su caso) y distribuidos hasta que llegan al consumidor. De esta manera, los responsables de alterar la calidad ambiental, las personas, también reciben los daños que causan estas alteraciones, las cuales impactan de forma directa o indirecta a través de los efectos en la flora y fauna.
Explicación: