COMO ERAN LOS SERVICIOS MÉDICOS Y LA CURACIÓN DE HERIDAS Y ENFERMEDADES EN 1950?
Respuestas a la pregunta
Explicación:
En esta tercera entrega trataremos como la medicina progresó con el tiempo tanto en los materiales y medios y con lo que se logró el aumento de la esperanza de vida. La farmacia pasó de ser cosa de brujas, chamanes y curanderos como se la entendía hasta épocas muy recientes, bordeando el terreno de lo oculto y rechazada por la sociedad, a una de las ciencias de la salud reconocida y estimulada por a la investigación. El término data del siglo XIX. Anteriormente se la conocía como “botica”, derivado del término latino “apoteca”, y en ella se preparaban remedios, además de ser almacén de vinos, ya que “apoteca” evolucionó en castellano también a “bodega”.
En principio, el médico y el farmacéutico eran lo mismo hasta que, poco a poco, separaron los oficios y se especializaron en ámbitos complementarios pero bien definidos. El médico griego Galeno es el padre de la farmacología y precursor de estudios de farmacopea y ha legado muchas de sus recetas medicinales que, en algunos casos, hoy en día siguen en uso. Sin embargo, pasarían siglos y muchos de los remedios se seguían relacionando con la mitología y las leyendas, pero también empezaron a estudiarse como ciencia. En la España Musulmana, Abu al-Qasim al-Zahrawi describió enfermedades, síntomas y remedios como el vómito, laxantes, dietética, cosmetología, oftalmología y se le puede considerar el padre de la educación de la salud.
La mayoría de los productos vendidos en boticas eran de origen vegetal o animal, así como tipos de metales. Se comercializaba el ruibardo; el agárico, que no es más que la amanita muscaria alucinógena; la mirra de los Reyes Magos o el mercurio, hoy prohibido en la Unión Europea por su toxicidad. Pero con el tiempo empezó el estudio sistemático de estos productos dando origen a tratados científicos. La primera farmacopea española apareció en 1511 aunque fue el rey Carlos III quien estableció una única farmacopea del reino, algo así, salvando las distancias, como una Agencia del Medicamento del siglo XVIII.
En los siglos XVII y XVIII se produjeron los avances en farmacología. Nuevos medicamentos y fórmulas dieron al boticario más prestigio. En muchos lugares de España surgieron boticarios – científicos como el segoviano Teófilo Hernando Ortega, padre de la investigación farmacológica clínica en España, si bien, no podemos olvidar que los medicamentos, hasta el siglo XX, eran cocciones, pociones y extractos que tomaban forma de jarabes o píldoras artesanales realizadas por los boticarios cuyos instrumentos se siguen conservando en muchas farmacias históricas como la de Peñaranda de Duero (Burgos) que ha llegado a nuestros días siendo la botica del pueblo