como eran los RITUALES en el antigua gracia
Respuestas a la pregunta
Respuesta: espero te sirva la informacion
El culto en Grecia podía ser de dos tipos: público y privado.
El culto privado era el que se celebraba en el hogar en el cual solo participaba la familia residente allí. En cada hogar se hallaba un altar donde se rendía culto a Hestia, Zeus y los espíritus de los familiares difuntos. Los rituales consistían en oraciones, ofrendas y libaciones a los dioses.
El culto público era de dos clases: el rito panhelénico y el que rendía cada ciudad a sus dioses.
En esos cultos se celebraban fiestas, oraciones, rituales, plegarias, ofrendas, sacrificios y libación en honor del dios o la diosa, matizadas con juegos gimnásticos y concursos. Los juegos más importantes eran los olímpicos.
Oraciones
La oración requiere antes que nada la pureza, es decir, una cierta limpieza (un lavado de manos se impone), una apariencia de la indumentaria decente y ausencia del estado de mancha. De hecho, el respeto al ritual se impone. Por regla general, se reza antes de cualquier acción ritual.
La oración, o εὐχή / eukhế, puede ser una petición expresa o una simple llamada a la divinidad; que no es nunca silenciosa: las palabras que, pronunciadas en voz alta, cuentan y dicen solamente θεός / theós («dios»), son en sí una forma de invocación. Permanecer de pie para acercarse al Olimpo, con la mano derecha levantada (a veces las dos), la palma dirigida hacia los dioses (cielo, estatua); se prosterna, más raramente, para llamar a los dioses ctónicos. En este caso, se puede también golpear el suelo. Arrodillarse para rezar, en cambio, se tiene por una forma de superstición.
La petición puede también resurgir como una maldición, la de un enemigo o la de sí mismo cuando se presta juramento (se maldice para anticipar el caso de que no se respete su palabra; jurar sobre Estigia es la forma de juramento de naturaleza religiosa más poderosa); se la llama en este caso ἀρά / ará. que también era el patriarca de los dioses
Ofrendas
Pueden ser vistas, a la manera romana del do ut des («doy para que dés»), como una forma de regateo. La mayoría de las veces, sin embargo, las ofrendas son desinteresadas o son simples muestras de reconocimiento.