¿Cómo eran los espectáculos de gladiadores en el circo romano?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Los combates entre gladiadores se anunciaban con un toque de trompeta y comenzaban con un desfile por la arena, encabezado por el organizador de los juegos. De hecho, Augusto prohibió los combates en los que se daba muerte a todos los vencidos por considerarlos una costumbre bárbara.
Explicación:
Los combates entre gladiadores se anunciaban con un toque de trompeta y comenzaban con un desfile por la arena, encabezado por el organizador de los juegos. Tras comprobar el estado de las armas, comenzaban las luchas y el público gritaba entusiasmado desde las gradas: «¡Lo ha tocado!», o «¡Mátalo!» o «¡Perdónalo!» cuando la lucha terminaba. Con mucha frecuencia, los vencidos que habían combatido con valentía y honor recibían el perdón del público. De hecho, Augusto prohibió los combates en los que se daba muerte a todos los vencidos por considerarlos una costumbre bárbara.
Los muertos eran retirados por la puerta Libitinaria y llevados al destrictorium, «un laboratorio infernal, repleto de hierbas de todo tipo, hojas cubiertas por signos incomprensibles y desechos humanos arrancados a los cadáveres antes de darles sepultura. Aquí narices y dedos, allá uñas con restos de carne arrancadas a los crucificados; más allá sangre también recogida de hombres muertos y pedazos de cráneos humanos arrancados a los dientes de las bestias feroces», describe Apuleyo. Los animales muertos se despedazaban y se vendían.
La plebe, según Tertuliano, consumía la carne de leones y leopardos, y pedía las tripas de los osos, «donde se encuentra todavía mal digerida la carne humana». Ante nada retrocedían los romanos en su pasión por los espectáculos de gladiadores y nada los disuadió de acudir al Coliseo durante largo tiempo, ni siquiera el triunfo del cristianismo; el último espectáculo registrado en el gran anfiteatro fue una venatio, en el año 523.