como era la relacion de stephen y las maquinas en la novela tiempos dificiles
ayuden plis
Respuestas a la pregunta
En cuanto a las condiciones de vida en la época victoriana, Dickens las ejemplifica con el obrero Stephen Blackpool, quien vivía “en la zona más industrial de Coketown, en las fortificaciones más íntimas de esa fea ciudadela, en donde la Naturaleza había quedado anulada por una atmósfera enrarecida de miasmas y gases tóxicos”. Blackpool tenía 40 años en la novela, pero lucía considerablemente más viejo por todas las desgracias y padecimientos que había tenido que soportar, incluyendo extenuantes jornadas de trabajo y el alcoholismo de su esposa.
Por medio de sus novelas, Dickens nos describe de manera dramática, a través de situaciones y personajes ficticios, los contrastes sociales que se dieron en la Inglaterra de la primera mitad del siglo XIX y las penurias por las que pasaba la mayoría menos favorecida. Una descripción igualmente dramática, pero ésta sí con hechos y personajes reales, nos las da el reciente descubrimiento de esqueletos humanos llevado a cabo por la compañía británica Wessex Archaeology en un antiguo cementerio que estuvo localizado en lo que hoy es el nuevo mercado de Convent Garden en la ciudad de Londres.
Los esqueletos descubiertos corresponden al periodo de1830 a 1850, época en la que el sitio en cuestión experimentó en unos pocos años una transición desde una área rural a una fuertemente industrializada y urbanizada. Esto, de acuerdo con el sitio de Internet Wessex Archaeology en el que se relata el descubrimiento.
Los esqueletos excavados muestran las duras condiciones de vida que sufrían los londinenses pobres en la época victoriana. De manera específica, Wessex Archaeology da cuenta de tres casos. El primero es el de una mujer mayor la cual, a pesar de una enfermedad crónica de toda la vida tuvo una ocupación agotadora que requirió del uso pesado de sus brazos y hombros. Los restos mostraban también signos característicos de sífilis congénita, al igual que una nariz rota y la pérdida de los dientes frontales. En cuanto a la causa de su muerte, hay la sospecha de que fue asesinada, pues el cráneo muestra una herida punzocortante detrás del oído derecho que indicaría que fue apuñalada, probablemente por la espalda.
Un segundo caso es el de un hombre con una estatura de cerca de 1.80 metros con una nariz completamente aplastada y una depresión en su ceja izquierda, indicando que se vio involucrado en fuertes altercados. Una posibilidad al respecto es que fuera un boxeador a mano limpia. Sufría además de sífilis, posiblemente adquirida, y carecía de dientes frontales. Murió probablemente de una caída accidental que le rompió la espina dorsal y la cadera.
El tercer caso es el de una niña de dos años de edad para la que no se tienen indicaciones sobre la causa de su muerte, aunque hay evidencias de que padecía malnutrición. En cualquier caso, Wessex Archaeology hace notar que en esa época la muerte de un infante no era algo inusual y que el 40% de los restos óseos excavados corresponden a niños menores a 12 años.
Ciertamente, nadie dudaría que Charles Dickens, quién fue testigo directo de las duras condiciones de vida que sufrían los menos favorecidos en la época victoriana, estaría faltando a la verdad con sus novelas. Es de impresionar, no obstante, que los descubrimientos del cementerio de Convent Garden nos den evidencia directa de estas duras condiciones con personas y situaciones reales.