La democracia en la antigua Grecia.
La democracia es una forma de gobierno que tuvo su origen en la ciudad de Atenas. No se puede, pues, hablar de democracia griega en general, pues solo se sabe que esta forma de gobierno fue inventada y utilizada por los atenienses. Su sistema de gobierno había pasado antes por las fases de monarquía, oligarquía y tiranía.
La democracia se instauró en Atenas en el siglo V a. C. y se produjo al final del proceso bélico en el que Atenas resultó triunfadora y que le permitió convertirse en la polis más importante de aquel tiempo.
La palabra democracia tiene, pues, un origen griego, significa gobierno del pueblo. Sin embargo, su significado no la define con exactitud, pues no todos los habitantes de Atenas tenían la posibilidad de intervenir en la vida política de la polis. Teniendo en cuenta la división de la sociedad, solo los ciudadanos varones podían participar con todos los derechos en el sistema político que ellos mismos habían organizado.
1. La Asamblea
La Asamblea, que llamaban la ecclesia: reunión a la que podían asistir todos los ciudadanos mayores de 18 años. Su poapel fundamental era aprobar las leyes, elegir a los magistrados, y decidir sobre la guerra y la paz. Los asistentes podían hablar libremente, aunque solo unos pocos solían hacerlo, y votaban a mano alzada.
2. El Consejo de los Quinientos
El Consejo de los Quinientos, que llamaban la bule: era un consejo reducido de ciudadanos mayores de 30 años que representaba a las diez tribus de la polis Su papel era preparar las leyes que había de votar la Asamblea, controlar a los magistrados, vigilar el culto religioso, encargarse de las relaciones con otras ciudades, vigilar el empleo de los dineros públicos. Como este consejo de los quinientos resultaba muy grande, había un consejo menor, solo cincuenta de los quinientos, para tratar los asuntos diarios.
Para cumplir las decisiones que se tomaban por la Asamblea y el Consejo estaban los magistrados: los estrategos, los arcontes y los tesoreros. Los más importantes eran los diez estrategas, uno por cada tribu, jefes de los ejércitos que, dependiendo de sus éxitos militares, podían alcanzar gran prestigio y ejercer un papel esencial en el gobierno de la ciudad. Los arcontes se encargaban de asuntos civiles y administrativos o presidían ceremonias religiosas. Los tesoreros estaban encargados de la hacienda.
El sistema se completaba con la administración de justicia, que funcionaba con la intervención de los ciudadanos, a los que se designaba para formar parte de los diez tribunales de justicia que funcionaban en la ciudad. Cada año, por sorteo, 6.000 ciudadanos intervenían en esos tribunales que estaban presididos por un magistrado.