¿Como el hombre andino se relaciono con la pachamama?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
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Explicación:tracción del agua que se necesitaba para las faenas, porque ella les definía el tiempo, el cosmos, el orden social y la vida. Recordemos un
trozo de la leyenda Lakota de Otokahe Ekta, en
los Estados Unidos, para demostrar que el agua
fue un factor cosmogónico para los pueblos indígenas en todo el continente desde Alaska hasta
la Patagonia: Maka (la tierra) decide que quiere
una cobertura para ella, la que ella misma tiene
que crear como parte de sí misma y ella será para
siempre responsable de nutrirla y educarla. Ella
decide que su cobertura serán sus hijos. Mni (el
agua) estaba encargada de circundar y pasar por
donde Maka para asistirla en la tarea de alimentar la cobertura de Maka (...)” (YOUNG, P.
1989:65).
La minería fue de ese modo la principal actividad colonial y el peor castigo para los pueblos
indígenas americanos, siendo el cerro rico de
Potosí la más emblemática explotación
argentífera, entre los siglos XVI y XVIII, del espacio peruano como la denominó Carlos Sempat
Assadourian (1982). Tarapacá estuvo articulada
a este espacio peruano con su producción
agropecuaria y a través del puerto de Arica.
Tarapacá no estuvo al margen de la minería
de la plata, siendo Huantajaya la primera gran
mina en explotarse (siglo XVI) por el primer
encomendero de Tarapacá, Lucas Martínez Vegazo
(TRELLES, E. 1991). Durante el siglo dieciocho,
nuevamente Huantajaya, junto a Santa Rosa, volvió a ser explotada (VILLALOBOS, S. 1979), haciendo girar la economía provincial en torno a la
minería, presionando por grandes proyectos de
regadío para satisfacer la demanda de la mano de
obra (HIDALGO, J. 1985), los que en definitiva
no se concretaron, dejando en la incógnita del
posible impacto que pudo provocar en el mundo
andino. Veamos lo que nos dice Bermúdez al
respecto: “Mineros que en decenios 50 y 60 (siglo XVIII) explotaban con suerte filones de plata
en Guantajaya estaban radicados en San L. de
Tarapacá y eran propietarios de pequeñas plantaciones en las vecindades de la villa. Don José
Basilio de la Fuente tenía propiedades agrícolas
en el asiento de Huarasiña y Tilivilca. El mismo
minero-agricultor era dueño de pastizales en
Cancosa, en la alta cordillera. Se puede aceptar
que estos agricultores españoles radicados en San
Lorenzo de Tarapacá, o algunos de sus predecesores deseosos de mayor disponibilidad de agua
para poder extender sus cultivos, solicitaron de
las autoridades la preparación y ejecución de un
plan de irrigación con aguas de la cordillera”
(BERMÚDEZ, O. 1975). Las lagunas de Lirima y
Huantija serán un permanente motivo de conflicto entre los propios pobladores de Cultane
(Lirima) y Cancosa durante todo el siglo XX2
.
Concluida La Colonia, durante la República
chilena (1880 en adelante) el Estado-Nación expropia directamente el agua de algunos valles
andinos, mientras la industria salitrera la extrae
directamente de pozos. Si bien comienza una
lucha de las comunidades de precordillera (Vgr.
Matilla, Quisma) por el recurso frente al Estado,
no se ve afectado el mundo andino en su totalidad.
Fue en el último tercio del siglo veinte cuando, por primera vez, los campesinos aymaras vieron amenazada su agua por la industria minera
del cobre, pero bajo un modelo de economía y
sociedad diferentes, marcadas por un fenómeno
conocido como globalización.