Cómo describe la antigua y nueva alianza la reflexión? Explique con sus palabra
Respuestas a la pregunta
Respuesta: Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado su hora de pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo. Durante la cena, cuando ya el diablo había puesto en el corazón a Judas Iscariote, hijo de Simón, el propósito de entregarle, sabiendo que el Padre le había puesto todo en sus manos y que había salido de Dios y a Dios volvía, se levanta de la mesa, se quita sus vestidos y, tomando una toalla, se la ciñó. Luego echa agua en un lebrillo y se puso a lavar los pies de los discípulos y a secárselos con la toalla con que estaba ceñido. Llega a Simón Pedro; éste le dice: «Señor, ¿tú lavarme a mí los pies?»
Jesús le respondió: «Lo que yo hago, tú no lo entiendes ahora: lo comprenderás más tarde.» Le dice Pedro: «No me lavarás los pies jamás.» Jesús le respondió: «Si no te lavo, no tienes parte conmigo.» Le dice Simón Pedro: «Señor, no sólo los pies, sino hasta las manos y la cabeza.» Jesús le dice: «El que se ha bañado, no necesita lavarse; está del todo limpio. Y vosotros estáis limpios, aunque no todos.» Sabía quién le iba a entregar, y por eso dijo: «No estáis limpios todos.» Después que les lavó los pies, tomó sus vestidos, volvió a la mesa, y les dijo: «¿Comprendéis lo que he hecho con vosotros? Vosotros me llamáis ´el Maestro´ y ´el Señor´, y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Señor y el Maestro, os he lavado los pies, vosotros también debéis lavaros los pies unos a otros. Porque os he dado ejemplo, para que también vosotros hagáis como yo he hecho con vosotros.
Reflexión
Estamos congregados para recordar y renovar la ÚLTIMA CENA del Señor. Como lo hacían todas las familias judías, también Jesús se reunió con sus discípulos para celebrar la pascua y compartir la cena pascual. Como nos indica la primera lectura de hoy (Éx 12, 1-8.11-14), se recordaba en esta celebración la liberación del pueblo hebreo de su cautiverio en Egipto.
En el curso de estos ritos, el jefe de la familia recordaba los hechos más importantes de la historia del Pueblo de Dios. Era como una solemne renovación de la Antigua Alianza entre Dios y su pueblo.
Es esta Pascua judía la que Jesús desea comer con sus discípulos. Pero ésta se va transformando esta noche, la víspera de la Pasión del Señor. El Cordero de Pascua de esta noche va a ser el mismo Jesús, que se ofrece a sus discípulos como alimento, y que pronto dará su vida en la cruz.
Con esto se inicia una Nueva Alianza: un nuevo Pueblo va a sellar una Alianza Nueva con Dios. Es lo que nos recuerda San Pablo en la segunda lectura de hoy (1Cor 11, 23-26): Este cáliz es la nueva alianza sellada con mi sangre.