Cómo debería ser un periodismo al servicio de la ética profesional? porfa que alguien me ayude
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Quienes nos sentimos periodistas de corazón coincidimos con Gabriel García Márquez en que el periodismo es la mejor profesión del mundo.
A pesar del poco prestigio de que gozan en general los periodistas en nuestro país, a quienes se tilda de irresponsables, ignorantes, superficiales, mentirosos, irreverentes e intrusos, ¿qué puede movilizar tanto entusiasmo por esta profesión entre quienes la ejercemos o la enseñamos? Aun asumiendo que estas críticas muchas veces se justifican plenamente, el amor a un periodismo de calidad se sustenta en una fuerte valoración de la verdad y un profundo anhelo de libertad y de justicia. Ese es nuestro sesgo profesional, que tenemos que saber o aprender a conciliar con las aspiraciones y deberes de los otros actores sociales, de manera que todos juntos, en sintonía y con respeto mutuo, podamos servir al bien común.
Entendido el periodismo como una vocación, como un llamado y compromiso de resguardar y potenciar especialmente unos determinados valores en la comunidad humana, como son la verdad, la libertad y la justicia, su correcto ejercicio constituye una participación activa en el plan de salvación y tiene por ende un sustento teológico claro. La actividad periodística, como una propuesta humanista y cristiana, se centra en el hombre y en la comunidad y busca contribuir a dignificar a ambos. Esta vocación de servicio a la persona y de servicio público se orienta en principios éticos de la profesión que tienen sus raíces en nuestra cultura occidental y cristiana, razón por la cual el aporte de la teología a un correcto ejercicio del periodismo puede ser fundamental. No es posible realizar en plenitud esta vocación periodística, que es una vocación de amar y de entrega, sin una vinculación profunda con el Dios Trino y sin la permanente conciencia de que se trata de una invitación a encarnar en la profesión las perfecciones de Jesucristo. El sacerdote Rafael Fernández precisa que el ideal personal, entendido aquí como la vocación, "es nuestra manera original de `reproducir' y de hacer presente a Cristo. Estamos llamados a ser `otros Cristos' para nuestro tiempo. De acuerdo a nuestra estructura y manera de ser personal, y a nuestra historia de vida, de acuerdo a lo que Dios nos dice por las circunstancias y por los signos de los tiempos, cada persona debe descubrir cuáles son los rasgos de Cristo que debe reflejar y hacer presentes"
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