¿COMO DEBERIA SER EN LAS DISTINTAS ETAPAS DE LA VIDA: NIÑEZ, ADOLESCENCIA, JUVENTUD, ADULTEZ Y VEJEZ? Respecto a la actividad Fisica
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Durante la infancia y la adolescencia
Los niños deberían probar varios deportes y desarrollar distintas habilidades, como por ejemplo nadar y patear un balón.
La actividad física no programada, como los juegos en el patio del colegio, también son de gran ayuda.
Animar a su hijo adolescente a practicar un deporte de equipo, siempre que sea posible.
A algunos adolescentes no les gustan este tipo de deportes. Para ellos, la natación o el atletismo pueden ser opciones a tener en cuenta para mantenerse en buena forma.
De los 20 a los 30
Diviértase entrenando y pruebe varias disciplinas. Puede intentar jugar al tag rugby (rugby sin contacto con cintas), hacer remo o entrenamiento intenso al aire libre (con monitor).
Si practica ejercicio regularmente, consulte a un profesional del deporte e incorpore la “periodización” a su régimen de entrenamientos. Este concepto implica la división del ejercicio en ciclos progresivos que manipulan diferentes aspectos del entrenamiento, tales como la intensidad, la cantidad y el tipo de ejercicio, con el objetivo de optimizar su rendimiento y hacer posible la práctica de una actividad planificada, como puede ser el triatlón.
De los 30 a los 40
Entrene de manera inteligente. Pruebe a realizar entrenamientos de intervalos de alta intensidad, con series de actividad de gran intensidad (hasta el 80% de su frecuencia cardíaca máxima) combinadas con períodos de ejercicio de intensidad reducida. Deportes como las carreras de velocidad o el ciclismo son perfectos para personas que no disponen de mucho tiempo, ya que pueden practicarse en 20 minutos.
A las mujeres, en especial tras dar a luz, les favorece realizar entrenamientos que ejerciten el suelo pélvico (conocidos como ejercicios de Kegel) para prevenir la incontinencia.
Mantenga el interés diversificando su rutina de ejercicios. Pruebe el boot camp, el spinning o el yoga.
De los 40 a los 50
Pruebe los kettlebells o pesas rusas, o comience un entrenamiento de levantamiento de peso en el gimnasio.
Comience a correr (si no lo hace ya) y no tenga miedo de adentrarse en un programa de ejercicio de mayor intensidad. Es una obviedad, pero se obtienen más frutos corriendo que caminando.
Hacer Pilates puede resultar de suma utilidad para fortalecer la parte central del cuerpo y evitar los dolores de espalda, que suelen aparecer en esta década.
De los 50 a los 60
Practique actividades de fuerza dos veces a la semana para mantener su masa muscular.
Ejercicios en los que se soporta peso, como caminar, son muy recomendables. Camine a un ritmo elevado para que su frecuencia respiratoria aumente y rompa a sudar.
Pruebe algo diferente. El taichí es genial para el equilibrio y la relajación.
De los 60 a los 70
Pruebe el baile de salón o cualquier otro tipo de baile; es una manera divertida y sociable de hacer ejercicio.
Entrene la fuerza y la flexibilidad dos veces a la semana. El aquaeróbic, actividad en la que el agua ofrece una gran resistencia, puede ser una buena opción para el desarrollo de la fuerza.
Continúe haciendo ejercicios cardiovasculares, como pueden ser los paseos a un ritmo ligero.
De los 70 en adelante
Camine y hable. En lugar de recibir las visitas de familia y amigos de manera pasiva, salgan a dar un paseo juntos. Le motivará y supondrá un beneficio para su salud más que el ejercicio en solitario.
Complemente su rutina de ejercicios con actividades cardiovasculares, de fuerza y de equilibrio, consultando siempre a un fisioterapeuta u otro profesional del deporte, especialmente si sufre alguna enfermedad crónica.
Lo principal es no parar de movernos a lo largo de nuestra vida. Nada constituye un mayor beneficio para la salud que el ejercicio continuo.