¿Cómo crees que es la vida de una persona que carece de sentido del gusto?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Cada zona de la lengua es más sensible a uno de estos sabores. Para que te des una idea, piensa que la punta de la lengua es más sensible a lo salado y en seguida detrás comienza el área que más percibe lo dulce. A los costados posteriores están las zonas sensibles a lo sabores o gustos ácidos y en la parte posterior, justo antes de que la comida pase hacia el estómago, hay otra parte sensible a los sabores o gustos amargos.
A veces, por algún motivo, la transferencia de sensaciones de sabor al cerebro se interrumpe o cambia, afectando la forma en la que la lengua interpreta los sabores. Cuando esto ocurre, la persona puede tener distintas sensaciones frente a los alimentos, que van desde una distorsión del gusto hasta una pérdida completa del mismo, aunque esto último no es frecuente.
Por ejemplo, el gusto o sabor puede distorsionarse debido a algún resfrío, una gripe u otra infección que puede ocurrir en la nariz o en la garganta. Esto es común, ya que quienes tienen problemas con el gusto también suelen tener algún trastorno con el olfato, que les impide o hace más difícil identificar el aroma o el sabor de un alimento (que surgen de una combinación entre el gusto y el olor).
Cuando el problema es producido por alguna infección o enfermedad como las que mencionábamos antes, en general la situación vuelve a la normalidad una vez que la persona se cura, y el gusto vuelve a la boca.
Otras causas que pueden provocar problemas en el sentido del gusto son: haber tenido una cirugía del oído, fumar en exceso (en especial con pipa), tener alguna lesión en la boca, nariz o cabeza, algunos medicamentos (como los que se usan para las glándulas tiroideas y algunos fármacos usados para tratar el cáncer) o tener niveles bajos de vitamina B12 o de zinc.
Asimismo, el paso del tiempo y el deterioro mismo del cuerpo que ocurre con la edad también pueden hacer que las papilas gustativas vayan disminuyendo sus funciones.
Lo importante es que consultes con algún médico o especialista si por algún motivo sientes que tienes cambios (ya sea disminución o distorsión) en tus sentidos del gusto o del olfato, especialmente si esos cambios no desaparecen luego de haberse solucionado alguna infección que pudiera haberlos provocado o si se mantienen durante un tiempo sin que conozcas lo que los pudo haber ocasionado.
Muchas personas no le dan importancia a al sentido del gusto. Sin embargo, no sólo te permite saborear tus manjares preferidos, sino que también te ayuda a protegerte de indigestiones, por ejemplo, al permitirte distinguir cuando un alimento no sabe bien o cuando está en mal estado.
Además, si no distingues bien los sabores, es posible que les agregues más sal, azúcar u otros ingredientes a tus comidas, algunos de los cuales pueden aumentar tus posibilidades de desarrollar otros problemas de salud si tienes la predisposición, como la presión alta, la diabetes y los problemas del corazón.
¿Te das cuenta ahora lo importante que es estar al tanto de nuestras percepciones y del buen funcionamiento de nuestros sentidos? Un buen sentido del gusto te permitirá disfrutar tu vida mucho mejor, y hasta protegerla
Explicación:
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