como califica mario wainfeld al tipo de democracia de los gobiernos de alfonsin y menem
Respuestas a la pregunta
La consagración a la política
Raúl Alfonsín, el militante tenaz, el político apasionado, el primer presidente tras la dictadura. El recuerdo de un hombre respetado y discutido que dejó su marca en la etapa democrática que se iniciaba en el ’83.
Por Mario Wainfeld
Fue jefe de una tenaz minoría progresista dentro del radicalismo durante añares. Tuvo digna conducta contra la dictadura y rayó alta su presencia en la APDH. Fue congruente con ese pasado cuando llegó a la Casa Rosada. Ganó la mayoría en la UCR y la presidencia en campañas inolvidables, bañado en multitudes. Recuperó el verbo político, se colocó a la vanguardia en la lucha por los derechos humanos, poniendo en el banquillo a las cúpulas militares. Se hizo centro de la política durante un buen trienio, sus adversarios debieron replicarlo para hacerse competitivos. Dos récords se lleva: le cupo ser el primero que batió al peronismo en elecciones presidenciales libres y más tarde el primer mandatario democrático que entregó la banda a un dirigente de otro partido. Acaso como nadie llenó la Plaza dos veces con muchedumbres multipartidarias, en ambas ocasiones las defraudó. Exaltó la democracia con palabras inolvidables, también consagró las “Felices Pascuas”. Cedió ante los carapintadas, firmó las leyes de la impunidad. Coqueteó con la hegemonía, concertó el Pacto de Olivos y la Alianza. Prometió un sistema durable y eficiente, terminó envuelto en la hiperinflación y la anomia. Amaneció peleando contra las corporaciones, más adelante transó con ellas, sin mayor fortuna. La gestión del Estado no fue su fuerte, un síndrome radical: para peor le cayeron tiempos difíciles. Llevó a su partido, la novia de sus ojos, más alto que nunca y acompañó la mayor caída de su historia.
Respuesta:Hace ya 20 años, en elPrefacioaLa vieja guardia sindical y Perón, Juan Carlos
Torre afirmaba que “el estudio del peronismo ejerce una atracción especial
entre nosotros. Componente fundamental de la sociabilidad política en la que
nos hemos formado, el peronismo es una vía de entrada obligada para conocer
la sociedad argentina actual, sus conflictos, sus esperanzas” (Torre, [1989]
2006: 17). Hoy, la atracción que sigue suscitando este fenómeno permanece
intacta. Su obstinada presencia como elemento organizador de los principales
avatares políticos y su fuerte presencia identitaria en grandes sectores de la población, obligan a auscultar una y otra vez las fuerzas que lo mantienen vigente.
Como su título lo anticipa, en este trabajo trataremos de analizar los principales cambios y transformaciones experimentados por la identidad política peronista desde los años iniciales de la “transición a la democracia” hasta
la actualidad. Para alcanzar nuestro objetivo no seguiremos un orden cronológico estricto; más bien, preferimos recoger algunos debates que tuvieron
lugar en distintos momentos y que llevaron al peronismo a tomar posturas,
debatir y, como consecuencia de ello, a transformarse.
Explicación:pls coronita