¿Cómo beneficia la ciencia a los países al inicio de la Edad Moderna? Please rápido es examen
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Como ya vimos en nuestras dos primeras entregas sobre el desarrollo de las ciencias, en el largo período que va de la Antigüedad Clásica a la Edad Media las ciencias positivas no alcanzaron más que desarrollos (en ocasiones sumamente puntuales) en lo relativo a las ciencias matemáticas y la astronomía
Explicación paso a paso:
Explicación paso a paso:
bueno Si Galileo afirmó que Dios ha escrito el mundo con caracteres matemáticos, y Kepler rectificó las órbitas circulares de los planetas en el sistema de Copérnico por las elípticas, postulando, como Platón en el Timeo, que los cinco poliedros regulares explicaban la existencia de los seis planetas (Mercurio, Venus, La Tierra, Marte, Júpiter y Saturno) y resolvían «el secreto del Universo», la Mecánica de Newton solo puede explicarse gracias al decisivo hallazgo del cálculo infinitesimal que permite calcular las magnitudes derivadas (velocidad, aceleración, fuerza) a partir de la variación de las magnitudes primarias (masa, longitud y tiempo).
En este sentido, los Principia Mathematica de Isaac Newton se convertirán en el canon de la ciencia moderna, en un hecho incontrovertible (un faktum que diría Kant), cuya validez no puede ser puesta en cuestión por la experiencia: todos los cuerpos que hay en el universo se encuentran afectados por la Ley de Gravitación Universal, la Ley de Newton.
Paul Feyerabend, en su Tratado contra el método, refrenda que el verdadero empirismo era el aristotélico, mientras que los modernos ajustan la experiencia a sus modelos matemáticos.
«En efecto, la experiencia deja de ser ahora ese fundamento inalterable que es en el sentido común y en la filosofía aristotélica. El intento de apoyar a Copérnico hace «fluida» a la experiencia de la misma manera que hace fluidos a los cielos, «de modo que cada estrella se desplaza en ellos por sí misma». Un empirista que comience desde la experiencia y construya sobre ella sin mirar nunca hacia atrás, pierde ahora la propia base de la que partió.