Cómo aplica Moisés ya la zarza ardiente en la vida personal
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
La denominación "zarza" (סנה seneh en hebreo, origen del topónimo Sinaí, rubus en el latín de la Vulgata),8 que en la Biblia es un hapax legomenon (sólo se emplea en ese contexto), es un término botánico vulgar que puede designar a muchas plantas espinosas de talla arbustiva; se ha propuesto su identificación con distintas plantas, por ejemplo, la zarzamora (Rubus fruticosus). Algunas de ellas, como las del género Acacia (shittim en hebreo -que también aparece citada en la Biblia en distintas ocasiones, y especialmente como la que Dios manda usar para fabricar el Arca de la Alianza y el mobiliario del Tabernáculo-), contienen sustancias psicoactivas (como triptamina o dimetiltriptamina - DMT) que podrían explicar su asociación con lo sobrenatural.9 En cuanto su condición de arder sin consumirse, se ha señalado que su parasitación por la planta Loranthus acaciae (o "muérdago de flores carmesí", también frecuente en la zona), que desarrolla frutos e inflorescencias rojas, le da un aspecto visual de estar cubierta de llamas.10 También se ha propuesto que todo el pasaje sea en realidad una referencia a la propia condición "ardiente" del monte Sinaí (סיני).11 Todo ello participa de un estilo bíblico denominado paronomasia. La exégesis y hermenéutica bíblica interpretan el episodio como una teofanía en que se mezclan las fuentes bíblicas elohísta y yahvista, que suelen visualizar a Dios con el fuego, con la deuteronomista, que lo hace con las nubes, para manifestar la renovación de la alianza de Dios con el hombre.1213
Se han encontrado similitudes simbólicas e icónicas entre la zarza ardiente y otros conceptos, como el árbol de la vida y la menorah (la lámpara ritual de siete velas), que permiten interpretar la escena como una transposición del Templo en el desierto.14
Exégesis del Midrash e Kabbalah
Cuando Moisés dudó ante la orden de Dios de revelarse a los otros judíos, Dios reveló la visión de la zarza ardiente que no se consumió: de hecho, esta visión profética corresponde a una especie de "figura angelical"; el temor de Moisés parece deberse a la forma espiritual-celestial de la zarza, dividida precisamente en muchas partes, según la tradición Midrashica, alusión a la "multiplicidad" y, más en profundidad, a las posteriores diásporas del pueblo judío. Moisés y Aarón, ciertamente como guía indiscutible, enfrentaron varias dificultades tanto en "Mitzraim", el antiguo Egipto, como en el desierto, principalmente debido a los "agregados" unidos en una "multitud abigarrada" no siempre fieles a las reglas, que todos los judíos aceptaron con el Matan Torá durante el episodio único del Monte Sinaí, pacto eterno con Dios. Moisés, como cabeza de todos los profetas, y Aarón, una referencia a la redención iniciática milagrosa que, sin embargo, casi se repite con Yom Kippur, representan al mesiánico Tzadik, siempre buscado por los judíos que anhelan la revelación de la verdad divina y de Dios mismo. Tanto las mujeres judías como los fieles devotos judíos, a pesar de las difíciles vicisitudes de la historia judía, tienen una esperanza que he mantenido continuamente con su fe en la Torá, en las Mitzvot, en Dios y en el amor fraterno y patriótico: ese día el mundo entero verá a la Shejiná, logrando en el Templo con la continua verdad que surgirá de la "tierra".
Iconografía
Hay representaciones de la escena tanto en el arte judío (muy escasas, dado su general aniconismo) como en el catolicismo, que en algunos casos representa dentro de la zarza a la Virgen con el Niño.15
Los Padres de la Iglesia interpretan la zarza que Moisés vio arder sin consumirse en las laderas del Horeb como una imagen de María, que alumbra a Cristo, fuego divino, conservando intacta su virginidad. Para Cosme de Mayuna,16 María es "más honorable que los querubines e incomparablemente más gloriosa que los serafines". La iconografía de la "Virgen de la Zarza Ardiente" es representada de la siguiente manera: la Virgen (en el centro), las potencias angélicas, los cuatro vivientes y las cuatro visiones de Moisés, Isaías, Ezequiel y Jacob.17