COMO AFECTO A LOS INDIGENAS Y ESCLAVOS AFRICANOS EL TRABAJO EN LAS MINAS
Respuestas a la pregunta
Explicación: Estrellas de alas ca iluminaron el cielo La esclavitud en la Nueva España estuvo basada principalmente en la importación de esclavos de África para trabajar en la colonia en las enormes cultivos , ranchos o zonas mineras del virreinato, pues su consistencia física los hacía aptos para trabajar en zonas cálidas.1
En 1517 Carlos V estableció un sistema de concesiones por el cual sus súbditos de América podían usar esclavos, con lo que comenzó el negocio de esclavos. Cuando los españoles se establecieron en Nueva España traían consigo algunos trabajadores en calidad de esclavos. Por su parte, los frailes dominicos que llegaron a América, denunciaron la condición de esclavos en la que vivían los nativos. Además al igual que obispos de otras órdenes, se opusieron al trato injusto e ilegal ante la audiencia del rey español y en la Comisión Real posteriormente.2
Una Bula promulgada por el Papa Urbano VIII el 22 de abril de 1639 prohibió la esclavitud en las colonias de España y Portugal en América. La medida fue aprobada por el Rey de España Felipe IV sobre los indígenas, pero permitió la esclavitud de los esclavos africanos.[cita requerida] Muchos de estos esclavos, conocidos como Cimarrones consiguieron su libertad al escaparse y refugiarse en las montañas de Orizaba, Xalapa y Córdoba del estado de Veracruz.[cita requerida]
La conquista originó en Nueva España los primeros casos de esclavitud, debido a la ley de los españoles. Antes de internarse la hueste de Hernán Cortés en Colhuacan, los soldados pidieron a la corona desde Veracruz que para el servicio y sustento de sus tropas se les permitiese el envío de esclavos de España. Preveían que por ser la tierra que iban a conquistar larga y de mucha gente, algunos caciques no querrían venir al conocimiento de la fe católica ni a la servidumbre del rey y darían guerra, en cuyo caso pedían que sojuzgados por la fuerza, se pudiesen dar y repartir esclavos "como se acostumbra a hacer en tierra de infieles pues es cosa muy justa".3
Los colonos españoles adquirían esclavos indígenas en Nueva España, de la misma manera que lo hacían en las Antillas. Los adquirían principalmente de dos formas: el cautiverio de aquellos que habían sido vencidos en la guerra, y el rescate de los reducidos a servidumbre por los propios indios. En el primer caso, la esclavitud se imponía a personas que antes de la venida de los españoles podían haber sido libres. En el segundo, se prolongaba la servidumbre antigua, sustituyendo sus rasgos por los del derecho europeo. Los esclavos podían ser objeto de comercio en el régimen español y para salvaguardar la propiedad del amo, eran herrados en el rostro o en el cuerpo. Legalmente y en la práctica su condición era más desventajosa que la de los indígenas libres.4
El 14 de mayo de 1524 llegó a la Nueva España el hierro real, enviado por el rey de España para marcar (en la pierna, nalga, brazo o rostro) a los indios esclavos, conocido como "hierro de rescate".5
Posteriormente, se logró imponer la postura que prohibía la esclavitud de los indígenas por compra o herencia, aunque fue permitida sólo en el caso de los cautivos por guerra. Bajo esta categoría quedaron sobre todo los indígenas del norte del país que resistían a someterse al dominio español; esto se plasmó en las llamadas Leyes Nuevas de 1542 que penaban dicha práctica. Se consideraba que los indígenas eran físicamente más débiles que los africanos, y por ello se les intentó proteger. Estas leyes prohibían rigurosamente que se hicieran esclavos en adelante, y ordenaron que se llevara a cabo una revisión de los casos de servidumbre existentes. Se prohibía la esclavitud de los indios por guerra y rescate. Sin embargo, se concedió libertad a los que estaban en servidumbre y surgió la posibilidad de que la ley española acordara por excepción el cautiverio de los indios que permanecían en actitud hostil.6
A pesar de las leyes, la explotación no desapareció, y ésta junto con las enfermedades infecciosas terminaron por reducir considerablemente a la población, inmunológicamente frágil ante los microorganismos que portaban tanto europeos como africanos. El descenso de población indígena fue grave y para evitar que se detuviera la producción el Virrey Enríquez en 1580, aconsejó que la compra de negros esclavos por cuenta del rey, para distribuirlos al costo entre mineros, dueños de cañaverales y molinos y otros empresarios españoles. A partir de entonces aumentó la introducción legal de esclavos africanos; se autorizó para la Nueva España cinco mil al año.7