como afectan las corrientes marinas en la navegacion?
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Corrientes marinas:
Entre los movimientos del agua marina se encuentran, en primer lugar, las mareas causadas principalmente por la fuerza de atracción de la Luna. En consecuencia, diariamente recorren la Tierra dos montañas de olas (marea alta) y dos valles de olas (marea baja). Es cierto que eso sólo ocasiona una elevación y un descenso del nivel del agua de hasta 12 metros en ciclos de seis horas, pero a consecuencia de ello se forman importantes corrientes de mareas en costas, mares laterales y desembocaduras. El viento y la tormenta crean, a causa de una presión natural, tangencial, las olas marinas, que por oscilación pueden recorrer grandes distancias.
La fuerza del viento 5, por ejemplo, origina olas de 60 metros de longitud (de cresta a cresta), cinco metros de altura y seis segundos de período (por período se entiende el tiempo de oscilación de una onda), es decir, de una velocidad de diez metros por segundo. Las mayores olas, durante los tifones, alcanzan los 15 metros de altura. La marejada siempre actúa en los océanos. Es más suave en su redondez que una ola de viento, pero alcanza con frecuencia más de 300 metros de longitud de onda por 8 metros de altura y 15 segundos de período, es decir, una velocidad de 20 metros por segundo. Las olas en contra, que antes hacían peligrar la navegación, se originan fácilmente por el encuentro de olas o marejadas de direcciones contrarias. También son muy temidas las olas de fondo (olas empinadas, elevadas, y de breve período en mar baja originadas por el rozamiento de fondo) y los rompientes en la orilla o en los bancos adelantados. Las olas sísmicas, ocasionadas por terremotos, pueden alcanzar un efecto desastroso y atravesar largas distancias, muchas veces incluso a regiones oceánicas vecinas.
Las corrientes marinas son de gran importancia, especialmente para el clima, sobre todo la Corriente del Golfo y su contracorriente, la Corriente del Labrador, cubierta de témpanos. Todas ellas deben su origen principalmente a los grandes sistemas de viento de la Tierra, aunque también están dirigidas por las diferencias de densidad y contenido de sal, así como de temperatura y las influencias de la evaporación; y por la rotación de la Tierra, que les proporciona en el hemisferio norte una tendencia a la derecha, en el hemisferio sur una tendencia hacia la izquierda. También es la rotación de la Tierra la que origina, en una profundidad de 50 hasta 200 metros por debajo de las corrientes, una inversión total de la dirección de éstas. Es comprensible que el agua que desaparece de una parte del mar tenga que ser sustituida por el agua proveniente de otra parte. Entre tales corrientes compensatorias se cuentan las corrientes profundas así como las corrientes frías de elevación a partir del fondo del mar (por ejemplo en las costas occidentales de América y Africa). Las corrientes marinas (de las que la Corriente de Somalia y la del Golfo -en el momento de su salida del Estrecho de Florida- son, con 9 kilómetros por hora, las más rápidas) dan, en su totalidad, una imagen muy complicada, que incluso cartográficamente sólo se pueden reproducir por aproximación.
Entre los movimientos del agua marina se encuentran, en primer lugar, las mareas causadas principalmente por la fuerza de atracción de la Luna. En consecuencia, diariamente recorren la Tierra dos montañas de olas (marea alta) y dos valles de olas (marea baja). Es cierto que eso sólo ocasiona una elevación y un descenso del nivel del agua de hasta 12 metros en ciclos de seis horas, pero a consecuencia de ello se forman importantes corrientes de mareas en costas, mares laterales y desembocaduras. El viento y la tormenta crean, a causa de una presión natural, tangencial, las olas marinas, que por oscilación pueden recorrer grandes distancias.
La fuerza del viento 5, por ejemplo, origina olas de 60 metros de longitud (de cresta a cresta), cinco metros de altura y seis segundos de período (por período se entiende el tiempo de oscilación de una onda), es decir, de una velocidad de diez metros por segundo. Las mayores olas, durante los tifones, alcanzan los 15 metros de altura. La marejada siempre actúa en los océanos. Es más suave en su redondez que una ola de viento, pero alcanza con frecuencia más de 300 metros de longitud de onda por 8 metros de altura y 15 segundos de período, es decir, una velocidad de 20 metros por segundo. Las olas en contra, que antes hacían peligrar la navegación, se originan fácilmente por el encuentro de olas o marejadas de direcciones contrarias. También son muy temidas las olas de fondo (olas empinadas, elevadas, y de breve período en mar baja originadas por el rozamiento de fondo) y los rompientes en la orilla o en los bancos adelantados. Las olas sísmicas, ocasionadas por terremotos, pueden alcanzar un efecto desastroso y atravesar largas distancias, muchas veces incluso a regiones oceánicas vecinas.
Las corrientes marinas son de gran importancia, especialmente para el clima, sobre todo la Corriente del Golfo y su contracorriente, la Corriente del Labrador, cubierta de témpanos. Todas ellas deben su origen principalmente a los grandes sistemas de viento de la Tierra, aunque también están dirigidas por las diferencias de densidad y contenido de sal, así como de temperatura y las influencias de la evaporación; y por la rotación de la Tierra, que les proporciona en el hemisferio norte una tendencia a la derecha, en el hemisferio sur una tendencia hacia la izquierda. También es la rotación de la Tierra la que origina, en una profundidad de 50 hasta 200 metros por debajo de las corrientes, una inversión total de la dirección de éstas. Es comprensible que el agua que desaparece de una parte del mar tenga que ser sustituida por el agua proveniente de otra parte. Entre tales corrientes compensatorias se cuentan las corrientes profundas así como las corrientes frías de elevación a partir del fondo del mar (por ejemplo en las costas occidentales de América y Africa). Las corrientes marinas (de las que la Corriente de Somalia y la del Golfo -en el momento de su salida del Estrecho de Florida- son, con 9 kilómetros por hora, las más rápidas) dan, en su totalidad, una imagen muy complicada, que incluso cartográficamente sólo se pueden reproducir por aproximación.
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yo tambien quiero eso
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