¿Cómo afecta el pecado a nuestra libertad? ayunda plis
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Respuestas a la pregunta
Respuesta:
El pecado penetra todo aspecto de la humanidad: afecta nuestros cuerpos, nuestras mentes, nuestras emociones y nuestra voluntad, o sea nuestra capacidad de elegir y tomar decisiones. El hecho de que, a excepción de Cristo Jesús (Hebreos 4:15), cada ser humano que ha vivido lo suficiente para poder hacer decisiones morales ha tomado malas decisiones, prueba que algo ha corrompido nuestra capacidad de elegir. El mismo Jesús dijo: “De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado” (Juan 8:34). Ya que todos cometemos pecados, somos, de acuerdo con Jesús, esclavos del pecado. Pablo concluye: “Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios” (Romanos 8:7-8, énfasis añadido). Así, no solo toda la gente peca, sino que toda la gente está esclavizada al pecado. La descripción de la naturaleza humana de Pablo es muy desalentadora:
- Esclavos al pecado, muertos en pecado – así es como Jesús y el apóstol Pablo describen la condición humana.
- Aquellos que son esclavos del pecado no se pueden liberar a sí mismos; necesitan redención (un término que literalmente se refiere a alguien comprando la libertad de un esclavo). Así mismo, aquellos que están muertos en pecados no pueden resucitarse a ellos mismos del pecado; necesitan recibir nueva vida de una fuente más allá de ellos mismos. Estas son dos formas bíblicas de describir lo que Cristo Jesús, el Hijo eterno de Dios, vino a hacer por nosotros.
Jesús prometió, “Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres” (Juan 8:36). Aquellos que están unidos a Cristo por la fe son “liberados del pecado” y se convierten en “siervos de justicia”