comentario para el hombre medieval
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Respuesta:
Este ensayo recupera la recurrente semejanza entre la Edad Media y determinados aspectos del mundo contemporáneo. Lejos de sostener la re-edición de un tiempo histórico pretérito que constituyó una civilización en sí misma, sobre la base de autores provenientes de la filosofía, semiología y el internacionalismo, se plantea la tesis de un neomedievalismo político específicamente en lo concerniente a la multiplicación de unidades políticas sobrepuestas no exclusivamente estatales. Concluye que la naturaleza transicional del sistema de posguerra fría refuerza la comparación con la transición fundante del Medioevo.
Y aunque este relato permite una vez más dudar del Fin de la Historia que proclamara Fukuyama (1992), ¿es acaso este hecho una singularidad "medieval" en la arena internacional contemporánea o, por el contrario, hay otros aspectos análogos a dicha etapa formativa de la cultura europea? Desde la teoría de las relaciones internacionales relevantes cultores del enfoque realista, tal como Robert Gilpin (2002), o partícipes de la Escuela Inglesa, entre otros Hedley Bull (2005), refieren la idea de un nuevo orden medieval. Este ensayo pretende revisar algunos de los argumentos de ambos autores y exponer ciertos aspectos específicos que vinculan al mundo contemporáneo con el medioevo: la teichopolítica frente al advenimiento de la alteridad periférica y la feuderalización de gobiernos locales y centrales ante el correlato de un Estado que cede atribuciones en beneficio de unidades domésticas. En este ejercicio no se puede omitir, que desde la filosofía escatológica de entre-guerras un expatriado Nikolái Berdiáyev abogaba por "Una nueva Edad Media", en que se retornara a un tipo espiritual más elevado. El destacado escritor ruso vio en la divulgación del esoterismo, el interés por las ciencias ocultas, y sobre todo las controversias apasionadas sobre los misterios de la vida divina por parte de diversas denominaciones cristianas un signo inequívoco de la aproximación de una etapa más espiritual, menos entregada al materialismo o al placer de los sentidos (Berdáyev, 1979). En la década de los 70 resultan inspiradoras las tesis del semiólogo italiano Umberto Eco que en 1972 prospectaba el despunte de una nueva Edad Media.
Advertimos que el presente ensayo no es tributario de la idea de una actualización absoluta de aquellos 1.000 años, de por sí heterogéneos, un sistema de relaciones sociales y condiciones de producción material, tendencias artísticas y espirituales, que hacen del período una civilización cultural completa y fundacional, lejos de sus tipificaciones como intermedia o inacabada, sino que se propone escudriñar aspectos referidos a su despliegue político. El problema específico a reflexionar es si después de tres siglos y medio de primacía del sistema wetfaliano de concentración/reducción del poder político a la autoridad de los representantes del Estado, se está dando paso a una fragmentación de fuentes y legatarios de la autoridad con la aparición y legitimidad que van adquiriendo actores subestatales y supraestatales en la arena política mundial. A ello se refiere el neomedievalismo político que se propone en sentido prototípico.
Explicación:
espero q t sirva