Castellano, pregunta formulada por nupegui, hace 2 meses

comenta los rasgos característicos del teatro de shakespeare que aparecen en el fragmento


FRAGMANTO:JULIETA.—¡Ah Romeo, Romeo! ¿Por qué eres

Romeo? Niega a tu padre y rehúsa tu nombre; o,

si no quieres, sé solo mi amor por juramento, y yo

no seré más una Capuleto.

ROMEO.—¿Seguiré oyendo más, o hablaré ahora?

JULIETA.—Solo tu nombre es enemigo mío: tú eres tú

mismo, aunque no seas Montesco. ¿Qué es eso

de Montesco? No es mano, ni pie, ni brazo, ni

cara, ni ninguna otra parte que forme parte del

hombre. ¡Ah, sé algún otro nombre! ¿Qué hay en

un nombre? Lo que llamamos rosa, olería tan

dulcemente con cualquier otro nombre: igual

Romeo, aunque no se llamase Romeo,

conservaría la amada perfección que tiene sin ese

título. Romeo, quítate el nombre, y a cambio de tu

nombre, que no es parte de ti, tómame entera.

ROMEO.—Te tomo por tu palabra: llámame solo amor,

y me bautizaré de nuevo; desde ahora, jamás seré

Romeo.

JULIETA.—¿Quién eres tú que, escondido en noche,

tropiezas en mi secreto?

ROMEO.—De nombre, no sé cómo decirte quién soy:

mi nombre, amada santa, es odioso para mí

mismo, porque es enemigo tuyo: si lo tuviera

escrito, desgarraría la palabra.

JULIETA.—Mis oídos no han bebido aún ni cien

palabras dichas por tu boca, pero ya conozco el

sonido: ¿no eres tú Romeo, y de los Montesco?

ROMEO.—Ni una cosa ni otra, hermosa doncella, si no

te gusta.

JULIETA.—¿Cómo has llegado hasta aquí, dime, y

para qué? Las tapias del jardín son altas y difíciles

de trepar, y este lugar es mortal, considerando

quién eres, si alguno de mis parientes te

encuentra aquí. […]

ROMEO.—Señora, juro por esa bienaventurada luna

que pone toques de plata en las copas de todos

esos frutales...

JULIETA.—Ah, no jures por la luna, la inconstante

luna, que cambia de mes a mes en su esfera

circular; no sea que tu amor resulte igualmente

cambiante.

ROMEO.—¿Por qué he de jurar?

JULIETA.—No jures por nada, o, si quieres jurar, jura

por tu misma noble persona, que es el dios de mi

idolatría, y te creeré.

ROMEO.—Si el ardiente amor de mi corazón…

JULIETA.—Bueno, no jures. Aunque tengo en ti mi gozo,

no me da gozo este compromiso esta noche; es

demasiado precipitado, demasiado loco, demasiado

repentino, como el relámpago, que deja de ser antes

que se pueda decir «¡un relámpago!». ¡Buenas

noches, amor! Este capullo de amor, por el aliento

madurador del verano, quizá se haga una bella flor la

próxima vez que nos veamos. ¡Buenas noches,

buenas noches! ¡Tan dulce reposo y descanso llegue

a tu corazón como el que hay en mi pecho!

ROMEO.—¡Ah! ¿Me vas a dejar así, insatisfecho?

JULIETA.—¿Qué satisfacción puedes tener esta noche?

ROMEO.—El intercambio del fiel juramento de tu amor

por el mío.

JULIETA.—Te di el mío antes que me lo pidieras, y sin

embargo, querría que todavía estuviera por dar.

ROMEO.—¿Querrías retirarlo? ¿Para qué, amor mío?

JULIETA.—Solo para ser generosa y dártelo otra vez. Y,

sin embargo, solo deseo lo que tengo: mi

generosidad es tan ilimitada como el mar, y mi amor

tan hondo como él: cuanto más te doy, más tengo,

pues ambos son infinitos.







Espero me ayuden. Gracias

Respuestas a la pregunta

Contestado por torressuarezlaura02
0

Respuesta:

es muchooooooooooooooo

sorryyýyyyyyyyýyyyyyyyyyyyyyyyyyyýyyyyyyyyyyy

no lo leí


nupegui: jijijiji tranqui
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