Castellano, pregunta formulada por marichave, hace 1 año

citas textuales del libro el viejo y el mar y en que pagina se encuentra cada cita textual
porfa es para mañana
ayúdenme por lo que mas quieran

Respuestas a la pregunta

Contestado por angelfelipe210
1

"El viejo era flaco y desgarbado, con arrugas profundas en la parte posterior del cuello. Las pardas manchas del benigno cáncer de la piel que el sol produce con sus reflejos en el mar tropical estaban en sus mejillas. Estas pecas corrían por los lados de su cara hasta bastante abajo y sus manos tenían las hondas cicatrices que causa la manipulación de las cuerdas cuando sujetan los grandes peces. Pero ninguna de estas cicatrices era reciente. Eran tan viejas como las erosiones de un árido desierto".

Todo en él era viejo, salvo sus ojos; y estos tenían el color mismo del mar y eran alegres e invictos. Pág. 7-8

Era demasiado simple para preguntarse cuándo había alcanzado la humildad. Pero sabía que la había alcanzado y sabía que no era vergonzoso y que no comportaba pérdida del orgullo verdadero. Pág. 13
Primero pides prestado, después pides limosna. Pág. 17
… pensó: las aves llevan una vida más dura que noso­tros, salvo las de rapiña y las grandes y fuer­tes. ¿Por qué habrá pájaros deli­cados y tan finos como esas golondrinas de mar cuando el océano es capaz de tanta cruel­dad? El mar es dulce y hermoso. Pero puede ser cruel, y se encoleriza tan súbitamente, y esos pájaros que vuelan picando y cazando, con sus tristes vocecillas son demasiado deli­cados para la mar. Pág. 31
Las burbujas iridiscentes eran bellas. Pero eran la cosa más falsa del mar… Pág. 40
Nadie debería estar solo en su vez –pensó–. Pero es inevitable. Pág. 53
El sedal se-alzaba lenta y continuadamente. Luego la superficie del mar se combó delante del bote y salió el pez. Surgió interminable­mente y manaba agua por sus costados. Brillaba al sol y su cabeza y lomo eran de un púr­pura oscuro y al sol las franjas de sus costados lucían anchas y de un tenue color rojizo. Su espada era tan larga como un palo de béisbol, yendo de mayor a menor como un estoque.El pez apareció sobre el agua en toda su lon­gitud y luego volvió a entrar en ella dulcemen­te, como un buzo, y el viejo vio la gran hoja. de guadaña de su cola sumergiéndose y el se­dal comenzó a correr velozmente.-Es dos pies más largo que el bote –dijo el viejo.­El sedal seguía corriendo veloz pero gra­dualmente y el pez no tenía pánico. El viejo trataba de mantener con ambas manos el sedal a la mayor tensión posible sin que se rom­piera. Sabía que si no podía demorar al pez con una presión continuada, el pez podía lle­varse todo el sedal y romperlo.“Es un gran pez y tengo que convencerlo –pensó. No debo permitirle jamás que sé cuenta de su fuerza ni de lo que podría hacer si rompiera a correr. Si yo fuera él echaría ahora toda la fuerza y seguiría hasta que algo se rompiera. Pero, a Dios gracias, los peces no son tan inteligentes como los que los matamos, aunque son más nobles y más hábiles”. Pág. 69-70
Un hombre puede ser destruido, pero no derrotado. Pág. 118-119
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