Cinco aportaciones que hicieron para la educación antes
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
1. Podemos entender educación como el proceso mediante el cual se afecta a una persona, estimulándola y guiándola para que descubra, desarrolle y potencialice sus capacidades cognitivas y físicas, partiendo del reconocimiento y respeto de la dignidad humana.
2. Podemos entender desarrollo como la mejoría de todos los aspectos que se llevan a cabo alrededor de la persona; y que tiene como objetivo principal alcanzar el bienestar integral (social, económico, de salud, espiritual, psicológico, etc.), partiendo del reconocimiento y respeto de la dignidad humana.
3. El desarrollo integral de la sociedad comienza con la responsabilidad de cada persona, para luego extenderse a los ámbitos de familia, comunidad, nacionales e internacionales.
4. La educación es el pilar fundamental del desarrollo integral de las personas, y por consiguiente de las naciones.
5. Cada ser humano está llamado a reconocer su responsabilidad personal, que surge del valor intrínseco y la dignidad inherente de cada persona humana. Este reconocimiento comienza en la familia, y se extiende a las comunidades locales y globales. Los Estados deben crear las condiciones necesarias para que las familias sean espacios de educación y formación sanos y estables, cuna de valores.
6. Los Estados deben promover leyes, políticas e instituciones que velen por el buen funcionamiento de las familias.
7. El objetivo de la educación debe ser brindar herramientas que permitan a la persona reconocer su dignidad, empoderarse y ejercer su potencial.
8. Los sistemas educativos deben transformarse para lograr un desarrollo real y sostenible, buscando desencadenar la creatividad de la persona; la cual es el mayor recurso en la sociedad y el mejor catalizador para el desarrollo.
9. La creatividad humana genera innovación y alternativas para el crecimiento económico y social. Por esta razón la educación debe ser capaz de permitir al ser humano descubrirla y potencializarla, jamás restringirla o limitarla.
10. El grado de desarrollo de un país no se determina por la densidad o la composición de una población. Una población que utiliza su creatividad puede superar los obstáculos para alcanzar el desarrollo, incluida la falta de recursos naturales.
Respuesta:
Primero: la humanización de la enseñanza
Son significativos los aportes de las teorías pedagógicas generadas a comienzos de siglo y denominadas genéricamente Escuela Nueva (que cómo puede verse no es tan nueva como parece). En primer lugar, promovieron lo que se podría llamar la humanización de la enseñanza. El niño por primera vez aparece en la escuela como un ser con derechos, con capacidades e intereses propios, los cuales deberán ser tenidos en cuenta y desarrollados por el proceso educativo. Por su parte, el maestro, pierde la connotación del ser omnipotente que lo sabe y lo regula todo. La escuela, se torna en un espacio más agradable para el niño, en el cual el juego y la palabra sustituyen la disciplina de la sangre. El niño opina, pregunta y participa, derechos antes sólo reservados al docente.
Se rescata el aire libre y –en algunos casos– las actividades grupales, en forma de periódicos, imprentas, de cooperativas o excursiones, entre otros.
Este aporte podría no valorarse en su verdadera dimensión en una época en la que nos hemos acostumbrado a hablar de libertades y derechos individuales e infantiles (aunque sólo a hablar). Sin embargo, frente a una escuela que se soporta en el convencimiento de que son necesarios los maltratos, las humillaciones y la vara, la postura de la Escuela Nueva resulta esencial. Frente a una escuela que concebía al alumno como a un ser sin luz, que llegó a denominar al maestro como golpeador de niños y que postuló que “la letra con sangre, entra’’; resulta a todas luces un sensible aporte la reivindicación de los derechos infantiles y la lucha constante por humanizar la enseñanza.
+Lea: Perspectivas para una educación humanista en la actualidad
Segundo: la valorización de la niñez
La mayor conquista de la pedagogía, en su penoso estructurarse a lo largo de casi dos siglos, es el reconocimiento de que el niño es el eje de la educación. No obstante, es un triunfo que se presenta como una victoria vacía de contenido cuando preguntamos [...] ¿De cuál niño se trata? (Merani, 1971, p. 65)
La primacía asignada al sujeto en el proceso de conocimiento conducirá necesariamente a profundizar su estudio y comprensión. Freud y el psicoanálisis habían identificado la infancia como la etapa más importante en el desarrollo del ser humano; Binet avanzó en la descripción y medición de las capacidades de los niños y la incipiente sicología genética abría la reflexión sobre el lenguaje, las estructuras y los procesos de pensamiento desde los primeros años.
La Escuela Activa es causa y consecuencia en este proceso de revalorización de la niñez. Sus seguidores profundizarán esta línea de investigación y de
acción. Merani identifica ésta, como la mayor conquista pedagógica de la humanidad hasta nuestros días.
Tercero: la reivindicación del interés por el conocimiento y la autonomía
La Escuela Tradicional había descuidado profundamente algunas actitudes esenciales. Al ser su prioridad la formación de obreros y empleados rutinarios, privilegió totalmente las actitudes de la obediencia, la rutinización y el cumplimiento. Acorde con los intereses que defendía, en una estructura rígidamente jerarquizada, para formar un empleado o un obrero de la era industrial, ha sido mucho más importante la sumisión y la heteronomía. De la misma manera que lo son el cumplimiento y la rutina para participar adecuadamente en los procesos en serie propios de una producción masificada y repetitiva que demanda la industria y la burocracia.
La Escuela Tradicional subvaloró la importancia de los factores actitudinales en los procesos educativos, descuidó el trabajo del verdadero interés por el conocimiento y la formación de individuos autónomos. Con gran inteligencia la Escuela Nueva comprendió que factores actitudinales como el interés y la autonomía eran esenciales de cuidar, proteger y cultivar durante el proceso educativo. Coherentes con este principio, en instituciones como el Gimnasio Moderno, se elegía al alumno que tuviera el más “bello carácter’’; es decir, el más amigable, el solidario, el preocupado constantemente por los otros. Por su parte Kilpatrick sostendrá que el programa de la escuela deberá ser guiado por el “mapa de valores’’ del maestro periódicamente reconsiderado por cada miembro del grupo de enseñantes en los grupos anuales de discusión (Escolano, 1985, tomo II).
La motivación es un enorme impulso al proceso intelectual; y su carencia, una de las barreras más significativas en los procesos educativos. Si no se cultiva el interés, el papel de la educación se terminaría en el instante que el niño sale del aula, ya que un niño desinteresado será como un carro sin “gasolina’’ al decir de Piaget, en el que desaparece la necesidad por seguir conociendo.