Geografía, pregunta formulada por gomezzain002, hace 8 meses

CARTA DEL LECTOR
Toma mi mano amiga
15/06/2020 - 00:01
Señor Director:
Debo reconocer que aún hay personas solidarias, y en estos momentos en que urge la
necesidad, ahí están, extendiendo sus manos, esa mano llena de amor y bondad que tanto
necesitás. Si bien soy una persona que trato siempre de desempeñarme por mis propios medios,
veo que hoy la vida me devuelve esa ayuda que he dado desinteresadamente en mi largo
camino. Digo que reconozco la solidaridad de hoy, porque vengo de una generación y una época
en que la ayuda al prójimo era natural, sincera y amiga, así fuimos criados.
Llevo 91 días encerrado sin salir ni al portón de mi casa. Tengo 85 años ya a pasos de cumplir
los 86. Vivo solo desde casi tres años por la muerte de mi señora; mi hijo vive en Buenos Aires
con su familia. Con la ayuda de internet y del celular inteligente, puedo paliar mis necesidades,
ya que hago mis compras online y los pagos los hago a través de transferencias bancarias. Pero
hay algo de provisiones que no logro conseguir. Por ejemplo: algunos comestibles que el súper
no tiene o dinero en efectivo, ya que no puedo acercarme al banco. Entonces, ahí están Ana y
su madre, dos personas con un gran corazón, quienes, teniendo sus problemas, igual que uno o
mayores, no dejan de hacer el bien por el bien mismo.
Vivo en un barrio de Villa Carlos Paz a unos cinco kilómetros del centro, en una zona castigada
por el transporte de pasajeros. Tanto yo como mis amigas no poseemos auto, por lo tanto, Ana
-por ser la más joven y por estar imposibilitada de ir a su trabajo, hace las compras con su
changuito. Va a pie hasta los negocios más cercanos recorriendo de 30 a 40 cuadras en subidas
y bajadas, pasa por mi casa, se ofrece a traerme lo que necesite y me los alcanza. Cuando no
tengo dinero me prestan en la medida de sus posibilidades. Son un ejemplo de bondad
También quiero agradecer a Juan y familia por su ayuda. A mi vecina Teresa, que me auxilió en
los primeros momentos, a Ivana y Pachi que dentro de sus actividades no dejan de ayudarme y,
por supuesto a mi hijo, Rodolfo, mi nuera Verónica y mis nietos Franco y Joaquín, que desde la
distancia me aportan ayuda tecnológica y espiritual. También a mi cuñado Claus desde Villa
Elisa, que me llama todos los días. No quiero olvidarme de Edna, Irma y el pastor Norberto.
En fin, agradezco a todos los que de una u otra forma me contienen en esta soledad, pues nunca
pensé que vivir solo fuera tan difícil, ya que las paredes no contestan. ¡Que Dios los bendiga!
Por: Norberto Malvicini​

Respuestas a la pregunta

Contestado por ahiaoviedo
1

Respuesta:

no lo leí pero hermoso texto xD jsjsjsjjs

Contestado por rorroverdunstoryboar
2

Respuesta:

pero que tenes que hacer

Explicación:

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