Castellano, pregunta formulada por lopezparrasalome, hace 7 meses

carta de literatura y descubrimiento​

Respuestas a la pregunta

Contestado por gutia4099
0

Respuesta:El mandato de hacer "entera relación" por parte de la corona española a los exploradores y conquistadores es lo que da origen a los primeros ejemplares de este género narrativo en las Indias. En este sentido, en las cartas de Indias los actos de nombrar y escribir complementan los actos de tomar posesión y conquistar. Dice Walter Mignolo al respeto: "Comencemos por lo más obvio: el objetivo principal de hombres como Cristóbal Colón y Hernán Cortés no es el de escribir, sino el de descubrir y el de conquistar. Escribir es secundario y, en cierto sentido, una obligación.... [L]a carta que los reyes le envían a Colón dándole indicaciones para su cuarto viaje, ordena: '...facer memoria de todas las dichas islas, y de la gente que en ellas hay y de la calidad que son, para que de todo nos traigas entera relación'" ("Cartas, crónicas y relaciones del descubrimiento y la conquista", Historia de la Literatura Hispanoamericana, tomo 1. p. 59; énfasis en el original).

En el caso de exploradores como Colón, el acto de escribir es también complemento del acto de dibujar cartas de navegación. Según Mignolo, "la carta (información verbal en la que se describe la posición de las nuevas tierras) es complemento de la carta (el mapa o la información gráfica donde se diseña la posición de las nuevas tierras)..." (ibid., p. 60; énfasis en el original)

Aunque Mignolo incluye tanto el Diario de a bordo de Colón como su Carta a Luis de Santangel dentro de este género narrativo, especifica que el diario se caracteriza por ser redactada "de día en día", mientras que la carta propiamente dicha lleva una sola fecha y se apela directamente a un destinatario específico.

Relaciones

La diferencia mayor con el género narrativo de las cartas se radica en su carácter oficial, sea de tipo administrativo o jurídico. Como explica Mignolo, los que escriben relaciones lo hacen en respuesta a un pedido oficial en forma de cuestionario o interrogatorio más o menos extenso. Así, muchas relaciones de Indias se escriben por oficiales coloniales o misioneros responsables por la administración política o religiosa de determinada población o región, y se dirigen explícitamente a las autoridades que hicieron el pedido de informes. Su finalidad, en ese sentido, es proveer información necesaria para establecer sistemas gubernamentales estables en tierras extrañas, para lo cual hay que saber distinguir, por ejemplo, entre las tradiciones indígenas compatibles con el nuevo orden social (las que vale la pena mantener), y las tradiciones indígenas incompatibles (las que hay que extirpar). Otras relaciones se escriben por los que han tomado parte en procesos legales al elaborar su testimonio con el fin de ponerlo al alcance de un público más amplio.

Historias o crónicas

En contraste con los autores de cartas y relaciones, el autor de una crónica o historia debe ser un hombre de letras de reconocida integridad moral. Así, Luis Cabrera de Córdoba define el género literario de la historia o crónica como "narración de verdades por hombre sabio, para enseñar a bien vivir". Estos requisitos genéricos dan lugar a todo tipo de "pedidos de disculpas" por parte de los que escriben historias a pesar de no cumplir del todo con las características del historiador modelo de la época.

Los diversos tipos de historia que se escriben en la época incluyen el contraste entre "la historia divina" y "la historia humana" (ésta se divide, por su parte, en "la historia moral" relacionada con las costumbres humanas, y "la historia natural" relacionada con las ciencias naturales) y entre "la historia universal" (que abarca desde el origen del mundo en términos cristianos hasta el presente) y "la historia particular" (esta última de épocas o regiones más limitadas).

Una idea del imaginario historiográfico cristiano en la época colonial se encuentra en el famoso requerimiento, documento escrito por el jurista Juan López de Palacios Rubios por orden de Fernando II de Aragón, el cual se debía pregonar públicamente antes de emprender una conquista.

El género historiográfico colonial se acerca a nuestro concepto de “memorias”, al incluir diálogos reconstruidos, juicios personales y abundantes figuras retóricas. Así difiere bastante de los ideales historiográficos decimonónicos de la historia "objectiva". Es decir, en las crónicas de Indias no se separa la biografía (vita) de la narración de eventos (gesta). También se mezclan las figuras retóricas de pathos (que apelan a las emociones) con las de logos (que apelan a la razón) y de ethos (que apelan a la credibilidad). Ver la hoja didáctica sobre Figuras retóricas

Durante el siglo diecinueve se redefine la disciplina historiográfica, dando mayor énfasis a las figuras retóricas de logos y de ethos y excluyendo las figuras retóricas de pathos. Por eso, a nosotros las crónicas de Indias nos parecen una mezcla de ficción (con el acento en lo verosímil) y realidad (con el acento en lo documentalmente verificable).

Explicación:

Otras preguntas