caracterize las situaciones economicas de rusia aprincipos del siglo xx?
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Desde el punto de vista político lo más destacado es la forma de gobierno absolutista (autocrático) de los zares. El poder del zar es inmenso, concentra todo tipo de poderes y gobierna por decretos sin contar con ningún parlamento. Su persona es considerada como sagrada ya que reúne atribuciones religiosas importantes y se considera a sí mismo el representante de Dios en la tierra. Además, es el jefe del ejército y con este instrumento y con la policía zarista (okrana) mantiene amordazada a la oposición política que tiene que recurrir a la clandestinidad.
Desde el punto de vista económico Rusia sigue siendo un país eminentemente agrario, y con una agricultura extensiva, es decir, rudimentaria y estancada. En 1861 se produce la liberación de los siervos que hasta entonces eran vendidos casi como esclavos en los mercados. Esta liberación se hizo a cambio de pagar una enorme cantidad de dinero a los señores y al Estado. Aunque la producción agrícola aumenta de 1881 a 1914, los capitales sobrantes irán a parar a pagar las deudas que la industria y el ferrocarril tienen con los capitales extranjeros. La estructura industrial del país es muy débil y se concentra en lugares muy concretos, se basa en la extracción de carbón, petróleo y hierro en las zonas de Ural, Bakú y Donetz. La industria textil se centra en Moscú, San Petersburgo y algunas poblaciones polacas. Las condiciones de vida de los obreros son durísimas, si cabe más que la de los campesinos. El desarrollo del ferrocarril y la construcción del Transcaspiano, Transaraliano y Transiberiano se hará con capitales europeos. Estas líneas ferroviarias van a posibilitar la ocupación de los extensos dominios asiáticos. Con todo se va a producir un aumento de la población que pasa de 125 millones de habitantes en 1897 a 174 en 1914, el aumento de la población forzará a la ocupación efectiva de tierras en Siberia ante la presión demográfica. Un índice del desarrollo económico de Rusia lo constituye el escaso porcentaje de población que vive en las ciudades, sólo un 15 %.
Tomando en cuenta la realidad económica de la época, podemos deducir una sociedad tremendamente desigual. La nobleza tiene un papel destacado en un país absolutista como Rusia, a ella están reservados casi todos los puestos públicos tanto civiles como militares. Gran parte de la aristocracia rusa vive en la corte pero su poder se apoya en un sólido dominio agrario, aún cuando los siervos han obtenido su libertad. El clero tiene también una gran importancia en un país eminentemente religioso. A la cabeza de la iglesia ortodoxa está el zar que tiene poderes políticos y religiosos. Los distintos cargos eclesiásticos están nombrados por él, por lo que el clero funciona como una especie de cuerpo de funcionarios pagados por el Estado. Ante las duras condiciones de vida muchos rusos se consuelan con la religión y otros buscan entrar en la Iglesia para acabar con sus penurias. En cuanto a las clases medias, básicas en un país desarrollado, se puede decir que en Rusia casi no existen. Debido a la estructura económica no existe casi burguesía y los pocos comerciantes que hay viven casi al día. Esta burguesía va a ser proclive a levantamientos revolucionarios. El campesinado constituye cuatro quintas partes de la población, es decir, la inmensa mayoría de los habitantes del imperio. Sus condiciones de vida no han cambiado desde el decreto de liberación de los siervos de 1861 ya que desde entonces deben pagar una suma muy elevada por su libertad y eso frena su desarrollo. Las medidas proteccionistas para favorecer la industria hacen que suban los precios y los campesinos se encuentren indefensos ante esa circunstancia. Ante tal situación la doctrina anarquista se va a propagar muy rápidamente por el campo ruso. Los obreros son una minoría en el país, se puede decir que en 1914 eran sólo tres millones. Están sometidos a unas condiciones de vida muy duras: viven hacinados en barracones, sin condiciones sanitarias y con jornadas de hasta dieciséis horas. Por si fuera poco está prohibida cualquier organización obrera o cualquier reunión para discutir sus problemas
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