caracteristicas del SISTEMA FEUDAL en lo POLITICO, ECONOMICO, SOCIAL y DE COSMOVISION.
Respuestas a la pregunta
Clases sociales
La sociedad se encontraba dividida en tres estamentos bien diferenciados:
Nobleza: Los miembros de la nobleza, dueños de grandes extensiones de tierras, en general recibidas en pago a sus esfuerzos militares
Clero: Se ocupaba de los asuntos religiosos, los cuales para entonces dominaban el comportamiento humano general
Siervos: Estrato más bajo y encargado de cultivar las tierras y hacerlas producir.
Por encima de todos ellos estaba el rey.
Castillos y fuertes
Para poder tener control sobre los trabajos de los siervos, pero más que nada para estar alerta frente a posibles ataques de enemigos, durante el feudalismo se construyeron en Europa gran cantidad de castillos.
Era típico que estos castillos-fortificaciones tuvieran doble una muralla (una exterior y otra interior), y una o varias torres, con patios interiores y a veces un foso periférico. El castillo era base de operaciones militares, además de vivienda.
Economía
La generación de riqueza provenía básicamente de la agricultura y la crianza de animales, a cargo de los siervos de la gleba. En la sociedad feudal aún no había comercio ni industria, no era un sistema monetizado.
Pago de tributos
Los siervos debían pagar “en especie” (sacos de grano, toneles de vino, tinajas de aceite, animales de cría) el derecho a vivir en esas tierras, y los vasallos, a su vez, debían pagar cuantiosas rentas, también generalmente en especie. Estas rentas se pueden considerar tributos. Otra suerte de tributo era el diezmo, originariamente una contribución para garantizar la manutención del clero.
Sistema cerrado
El feudalismo fue un sistema económico y social cerrado, sin posibilidad de movilidad de clase (quien nacía siervo moriría siervo). Dado que el principal sostén del sistema feudal era la necesidad de protegerse mutuamente en una época de continuas invasiones para la conquista de tierras, una vez que aquellas se hicieron menos frecuentes, muchos dejaron de sentir la necesidad de estar bajo el amparo de un señor feudal.
De a poco fueron surgiendo los ‘burgos’, pequeñas aldeas en las que artesanos y comerciantes practicaban una economía libre. Y así el sistema feudal fue cediendo su lugar, permitiendo el nacimiento de un nuevo concepto: el de la burguesía.
Concentración de poder
Todos los poderes (jurídico, económico y político) quedaban a cargo de los señores feudales y de los miembros del clero. El resto de la población no tenía injerencia alguna en las decisiones.
Vasallaje
Durante aquella época fue común que se establecieran obligaciones entre un hombre libre, el “vasallo”, y otro hombre libre, el “noble”. Esto incluía el compromiso de obediencia y servicio por parte del vasallo (principalmente en materia militar) y obligaciones de protección y manutención por parte del noble.
De esta manera, fue común que los nobles otorgaran a sus vasallos como contraprestación la propiedad de alguna fracción de sus tierras, las que pasaron a llamarse, precisamente, “feudos”.
Los vasallos, a su vez, contaban con siervos de la gleba, quienes estaban obligados a prestar su trabajo de manera gratuita para hacer producir estas tierras. Un señor feudal con numerosos vasallos adquiría a veces tanto o más poder que el propio rey.
Guerras frecuentes
La guerra era la única vía de crecimiento económico, pues quien vencía en esas guerras se quedaba con las tierras del vencido; así acrecentaba su dotación de siervos (adscriptos a la tierra misma) y su posibilidad de producir alimento y sumar nuevos vasallos.
Caballero andante
Es durante los tiempos del feudalismo que surge la figura del caballero andante (inmortalizada en el célebre Don Quijote), como fuerza imprescindible para formar parte de las huestes del rey o del señor feudal, también para extender la fe católica en el mundo.
Papel central de la Iglesia Católica
Aunque por encina de la estructura político-social estaba el rey, a menudo la autoridad de los reyes era mínima y el verdadero poder lo ejercía la Iglesia católica. Se suponía que el rígido orden social imperante, que hoy percibimos como totalmente injusto y arbitrario, emanaba de Dios, por lo tanto, no se cuestionaba.