características del libro de reyes
Respuestas a la pregunta
expone a los reyes de Israel y sus decendencias
Explicación:
Libros de las Santas Escrituras que relatan la historia de Israel desde los últimos días del rey David hasta la liberación del rey Joaquín de su prisión en Babilonia.
En un principio los dos libros de los Reyes formaban un solo rollo llamado Reyes (heb. Mela·kjím), y hoy día en la Biblia hebrea todavía se consideran un solo libro, el cuarto de la sección conocida como los “Primeros Profetas”. En la Septuaginta griega, a los libros de los Reyes se les llamaba Tercero y Cuarto de los Reinos, y a los libros de Samuel, Primero y Segundo de los Reinos. En la Vulgata latina se les conocía como los cuatro libros “de los Reyes”, porque Jerónimo optó por el nombre Regum (de los Reyes), en consonancia con el título hebreo, en lugar de Regnorum, que era una traducción literal del título que aparecía en la Septuaginta (de los Reinos).
Primero de los Reyes abarca un período de unos ciento veintinueve años, que comienza con los últimos días del rey David, alrededor de 1040 a. E.C., y llega hasta la muerte del rey Jehosafat de Judá, en 911 a. E.C. (1Re 22:50.) Segundo de los Reyes empieza con el reinado de Ocozías (c. 920 a. E.C.) y prosigue hasta el final del trigésimo séptimo año del exilio de Joaquín, en 580 a. E.C., un período de unos trescientos cuarenta años. (2Re 1:1, 2; 25:27-30.) De modo que los relatos combinados de los libros de los Reyes engloban unos cuatro siglos y medio de la historia hebrea. Como los acontecimientos que se registran en ellos llegan hasta el año 580 a. E.C., no pudo terminarse su escritura antes de esta fecha, y dado que no se habla del fin del exilio en Babilonia, debieron terminarse en un único rollo antes de ese tiempo.
Cumplimientos de profecías. Los libros de los Reyes contienen diversas profecías y registran impresionantes cumplimientos. Por ejemplo, 1 Reyes 2:27 muestra el cumplimiento de la palabra de Jehová contra la casa de Elí. (1Sa 2:31-36; 3:11-14.) Las profecías referentes a Acab y su casa se cumplieron (compárese 1Re 21:19-21 con 1Re 22:38 y 2Re 10:17), así como lo que se predijo en cuanto a Jezabel y sus restos. (Compárese 1Re 21:23 con 2Re 9:30-36.) Y la historia confirma la veracidad de la profecía sobre la destrucción de Jerusalén. (2Re 21:13.)