características de las persona?
es urgente porfa
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Cuando hablamos de cualidades humanas o cualidades de una persona nos referimos a los rasgos de comportamiento que cultivan el bien propio o común (las virtudes). Por el contrario, los defectos son los rasgos de comportamiento que afectan negativamente a la persona o a su entorno.
El color y forma del cabello, la estatura, y la forma del rostro y de las manos son algunos ejemplos de ellas.
Respuesta:rasgos pueden ser propios (nacidos con la persona) o adquiridos (aprendidos con el tiempo), y pueden ser valorados de manera positiva (virtudes) o negativa (defectos); esto último dependiendo del marco moral y cultural desde el cual se las mire. Por ejemplo, la tradición cristiana valora ciertas cualidades y condena ciertos defectos, más o menos distintos de los que en otras regiones culturales del globo pueden apreciarse y condenarse.
Explicación: Cualidades y defectos
Solemos distinguir las cualidades, es decir, los rasgos destacables, de los defectos, los rasgos reprobables, a la hora de hablar de una persona (especialmente si es de nosotros mismos). Todo aquello que consideramos positivo o al menos fundamental en alguien, será una cualidad; mientras que todo aquello negativo o al menos vergonzante de alguien es un defecto.
Son ejemplos posibles de cualidades personales:
La honestidad, la capacidad para decir la verdad y no mentir.
La responsabilidad, la voluntad de hacerse cargo de lo dicho o lo hecho y enfrentar las consecuencias que ello traiga.
La confiabilidad, que es la capacidad de ser digno de confianza, o sea, de no defraudar a los demás y de cumplir la palabra dada.
La asertividad, o sea, la capacidad de opinar y expresarse de manera tal que no se ofenda a los demás, sino que se propicie su entendimiento.
La gratitud, la voluntad de retribuir lo recibido y valorar los esfuerzos ajenos que van en el propio beneficio.
La lealtad, la capacidad de comprometerse frontalmente con una causa o con alguien y mantenerse fiel, en lugar de actuar a la espalda de los demás.
La generosidad, que es la capacidad de desprenderse de lo propio en favor de los demás cuando así fuere necesario.
La prudencia, es decir, la capacidad de evaluar los riesgos antes de tomar una decisión para hacerlo de manera responsable.
La compasión, o sea, la capacidad de conmoverse con el dolor de los demás.
La creatividad, talento para el pensamiento original y la inventiva.
La tenacidad, es decir, la capacidad para permanecer enfocado en un objetivo a pesar de los inconvenientes.
La disciplina, que es la capacidad para gobernarse a sí mismo y no ceder ante los impulsos.
La paciencia, que es la tolerancia hacia los defectos ajenos y la generosidad con el propio tiempo y la propia energía.
La resiliencia, que es la capacidad para sobreponerse a los inconvenientes y salir fortalecido a través del aprendizaje personal.
La humildad, es decir, el hecho de no creerse más que los demás.
En cambio, son ejemplos de defectos personales:
La envidia, que es la tendencia a entristecerse ante los éxitos ajenos y a quererlos para uno mismo a pesar de no merecerlos.
La deslealtad, lo contrario a la lealtad, o sea, la tendencia a cambiar de bandos y causas según más convenga en el momento.
El oportunismo, que es la tendencia a aprovechar las oportunidades sin importar a quién se haga daño ni qué promesas se hayan hecho previamente.
La temeridad, también llamada imprudencia, que consiste en la toma de decisiones sin sopesar los riesgos y sin tomarse el tiempo de pensar antes de actuar o de hablar.
La ignorancia, esto es, la tendencia a hablar y opinar de lo que no se sabe.
La ineptitud, que es la poca capacidad de resolución de problemas como consecuencia de pocos conocimientos o poca disposición personal.
La irresponsabilidad, tendencia a achacarles a otros las propias faltas y no asumir las consecuencias de lo hecho o dicho.
La impertinencia, tendencia a decir o hacer las cosas en el momento menos adecuado posible o en el contexto menos idóneo posible.
La mezquindad, lo contrario a la generosidad, es la poca capacidad de desprendimiento y deseo de acaparar todo lo bueno para sí, en detrimento de los demás, incluso cuando se trata de cosas muy banales o superfluas.
La soberbia, llamada también prepotencia, que es la tendencia a creerse más que los demás, o sea, lo contrario a la humildad.
La insinceridad, que es la tendencia a decir mentiras y ocultar información para el propio provecho.
La torpeza, comprendida como la poca pericia para el manejo de situaciones, físicas o sociales (en este último caso carente de malas intenciones).
La inquina, también llamada intriga, que es la capacidad para manipular a los demás en el propio beneficio, indisponiendo a las personas entre sí para quedar siempre como el único individuo neutral o noble.
La pereza, que es la poca capacidad de trabajo o la tendencia a flojear en asuntos vitales o importantes.
La irascibilidad, es decir, la tendencia a enojarse y perder los estribos ante situaciones que no lo ameritan.
La crueldad, que es la poca capacidad para condolerse con el sufrimiento ajeno y la insensibilidad a la hora de causarlo, ya sea en beneficio propio, o de manera puramente gratuita.