características de cada imperio, Ruso, Austro Húngaro, Otomano (。ŏ﹏ŏ)
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Características del Imperio Ruso
Las características que definieron al imperio ruso son las siguientes:
Era regido por una monarquía absoluta e inmovilista.
La nobleza terrateniente ejercía gran influencia.
Restricción de las libertades políticas y civiles.
Su economía estaba basada la mayor parte en la agricultura.
Su estructura social estaba concentrada en una minoría poderosa y con riquezas, muy escasas clases medias y una mayoría de obreros y campesinos pobres.
Había el servilismo de los campesinos.
Aunque el imperio ruso era grande, Rusia estaba muy atrasada desde el punto de vista político, social y económico.
Era el único imperio que no contaba con un régimen parlamentario.
Inició, a finales del siglo XIX, una industrialización que incitó tensiones sociales graves.
Características del Imperio austrohúngaro
Entre las principales características del Imperio austrohúngaro podemos destacar las siguientes:
Tuvo un sistema político particular, con el cual el poder estaba bajo el mando de monarca, quien era emperador y rey al mismo tiempo.
Solo dos personas ocuparon el puesto de monarca en toda su existencia: Francisco José I (1867 – 1916) y Carlos I (1916 – 1919).
La capital del imperio era Viena y su idioma oficial era el alemán y el húngaro.
Tenían dos parlamentos, uno ubicado en Viena y otro en Budapest.
Fue uno de los imperios más extensos de Europa, con 676.000 km2 y 53 millones de habitantes para 1916.
Todo el imperio tenía una moneda común, inicialmente el florín, hasta 1892, y luego la corona.
Llegó a ser la sexta potencia económica y comercial del mundo.
Sus regiones occidentales alcanzaron un mayor desarrollo industrial y comercial en comparación con las orientales.
Características del Imperio Otomano:
Origen
Los turcos asediaron Constantinopla y la convirtieron en Estambul.
El Imperio Otomano tuvo sus orígenes en la decadencia del Imperio turco selyúcida, que gobernó Irán e Irak, hasta que el rey Mehmed II unificó a los diversos estados turcos y sobrevivió a las invasiones de los Mongoles. Entonces, los turcos asediaron Constantinopla y acabaron con el Imperio Romano de Oriente, convirtiendo esa ciudad en la capital de su imperio venidero: Estambul.
Expansión
La fase expansionista del Imperio Otomano corresponde al reinado de Osmán I (1281-1326), cuyas políticas continuaron sus sucesores: Orkhan, Murad I y Beyazid I, anexionándose los territorios del Imperio Bizantino, Bulgaria, Serbia y los Balcanes europeos.
Esto alertó a las naciones cristianas de Europa, quienes organizaron la Cruzada de Segismundo de Hungría. El esplendor del Imperio Otomano tuvo lugar entre los siglos XVI y XVII.
Importancia estratégica
El Imperio Otomano ocupó una posición central en los conflictos mundiales.
El Imperio Otomano se ubicó como puente entre Oriente y Occidente, por lo que ocupó una posición central en los conflictos mundiales durante casi seis siglos.
Explicación: