cambios educativos después d la revolución mexicana
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
en el archivo todo de la mano
Explicación:
La celebración de la Revolución Mexicana de este 2020 no fue como la de años anteriores debido a la pandemia por coronavirus.
Los desfiles escolares arraigados en la memoria de jóvenes y adultos que al cursar educación básica se vestían de adelitas y carrilleras o usaban bigote y sombrero para honrar a héroes revolucionarios como Emiliano Zapata, Pancho Villa, Francisco I. Madero, Venustiano Carranza; además de a heroínas como Carmen Vélez, “la Generala”, María de la Luz Espinoza Barrera y Petra Barrera, entre muchos otras, no fue posible.
Pese al recuerdo de las vestimentas o desfiles que homenajean movimiento, nos queda algo latente, su impacto a nivel educativo durante el desarrollo de este acontecimiento.
Muchas de las campañas y propuestas que de ahí surgieron continúan vigentes y marcan un antes y un después en el Sistema Educativo Nacional.
En la época revolucionaria, el sector más vulnerable era el de los indígenas y campesinos, quienes no podían acceder a una educación, por lo que se decretó “la instrucción rudimentaria”.
Dicha instrucción tenía como objetivos impartir y difundir entre los grupos analfabetas los conocimientos para hablar, leer y escribir castellano y usar operaciones básicas de aritmética, así como la apertura de escuelas en todo el país.
En este sentido, un impacto positivo para contribuir a mejorar la educación de la época fue lo establecido en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917.
Ella “consagró los principios educativos que se fueron gestando durante el siglo anterior, esto es, que la educación fuera gratuita, obligatoria y laica, accesible a todos. Sobre esos principios se gestaron las aspiraciones de expandir el sistema educativo sobre todo en el ámbito rural, al que pertenecía cuatro de cada cinco mexicanos, sobre bases pedagógicas más efectivas”.
Otra aportación revolucionaria fue la creación de la Secretaria de Educación Pública (SEP) en al año 1921, cuyo objetivo era tener proyectos educativos con alcances nacionales, pues en esa época cada entidad federativa era la encargada de su educación.
José Vasconcelos fue el primer secretario de la SEP, quién impulsó el proyecto de misiones culturales con la escuela rural para brindar educación a los menos favorecidos.
No podemos dejar de mencionar la aportación de dos grandes profesores que, con sus pensamientos pedagógicos, fomentaron grandes cambios educativos: Gregorio Torres Quintero y Eulalia Guzmán Barrón, quienes, por mandato de Vasconcelos y Carranza, respectivamente, viajaron a Estados Unidos, Francia y Suiza para recoger experiencias educativas de pedagogos como Froebel, Dewey y Decroly,
Dichas experiencias impulsaron la transformación educativa hacia la “escuela nueva” en el país, fomentando la experimentación, la colaboración, el antiautoritarismo, los programas flexibles de acuerdo a las necesidades de los niños y la solución de problemas.
Las aportaciones educativas revolucionarias, como el artículo tercero de la Constitución, la creación de la SEP y los fundamentos de la “escuela nueva”, continúan vigentes en nuestro Sistema Educativo Nacional.