Buscar en la biblia, en el nuevo Testamento, Cada Cita biblica que Aparece en la imagen y que corresponde a cada uno de los dolores que vivió Maria a lo largo. de su vida a combañando a su hijo Jesus, Leer coda Una de las citas de los dolores de Maria, redacta Con Tus Palabras lo sucedido brevemente.
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Mateo 5:17: “No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir”.
Marcos 15:39: “Y el centurión que estaba frente a Él, viendo que después de clamar había expirado así, dijo: Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios”.
Lucas 4:18: “El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos”.
Juan 20:31: “Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre”.
Hechos 2:36: “Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo”.
Romanos 5:1: “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo”.
1 Corintios 13:13: “Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor”.
2 Corintios 12:9: “Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo”.
Gálatas 2:16: “Sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado”.
Efesios 1:4: “Según nos escogió en Él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de Él”.
Filipenses 4:4: “Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!”
Colosenses 3:1: “Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios”.
1 Tesalonicenses 3:5: “Por lo cual también yo, no pudiendo soportar más, envié para informarme de vuestra fe, no sea que os hubiese tentado el tentador, y que nuestro trabajo resultase en vano”.
2 Tesalonicenses 1:6: “Porque es justo delante de Dios pagar con tribulación a los que os atribulan”.
1 Timoteo 6:12: “Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos”.
2 Timoteo 4:2: “Que prediques la Palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina”.
Tito 2:1: “Pero tú habla lo que está de acuerdo con la sana doctrina”.
Filemón 1:10: “Te ruego por mi hijo Onésimo, a quien engendré en mis prisiones”.
Hebreos 4:14: “Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión”.
Santiago 2:17: “Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma”.
1 Pedro 2:12: “Manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles; para que en lo que murmuran de vosotros como malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la visitación, al considerar vuestras buenas obras”.
2 Pedro 2:1: “Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina”.
1 Juan 1:6: “Si decimos que tenemos comunión con Él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad”.
2 Juan 1:6: “Y este es el amor, que andemos según sus mandamientos. Este es el mandamiento: que andéis en amor, como vosotros habéis oído desde el principio”.
3 Juan 1:11: “Amado, no imites lo malo, sino lo bueno. El que hace lo bueno es de Dios; pero el que hace lo malo, no ha visto a Dios”.
Judas 1:3: “Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos”.
Apocalipsis 21:3: “Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y Él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios”.
Explicación:
espero te ayude
Respuesta:
Los siete dolores de María son un conjunto de sucesos de la vida de la Virgen María que son una advocación popular y se encuentran frecuentemente recogidos en el arte.[1] Estos siete dolores no se deben confundir con los cinco misterios de dolor del Rosario.
Los siete dolores de María de Adrián Isenbrandt, obra gótica en la iglesia de Nuestra Señora de Brujas, Flandes c. 1518-1535.
Los siete dolores
1. La Profecía de Simeón o la Presentación de Jesús en el Templo (Evangelio de Lucas 2, 32-35)[2]
¡Dulce Madre mía! Al presentar a Jesús en el templo, la profecía del anciano Simeón te sumergió en profundo dolor al oírle decir: "Este Niño está puesto para ruina y resurrección de muchos de Israel, y una espada traspasará tu alma". De este modo quiso el Señor mezclar tu gozo con tan triste recuerdo. Rezar Avemaría y Gloria.
2. La Huida a Egipto (Evangelio de Mateo 2, 13-15)[3]
¡Oh Virgen querida!, quiero acompañarte en las fatigas, trabajos y sobresaltos que sufriste al huir a Egipto en compañía de San José para poner a salvo la vida del Niño Dios. Rezar Avemaría y Gloria.
María rodeada por los siete dolores de Pieter Pourbus en la iglesia de Santiago el Mayor de Brujas, Flandes 1556.
3. La Pérdida del Niño Jesús en el Templo (Evangelio de Lucas 2, 43-45)[4]
¡Virgen Inmaculada! ¿Quién podrá pasar y calcular el tormento que ocasionó la pérdida de Jesús y las lágrimas derramadas en aquellos tres largos días? Déjame, Virgen mía, que yo las recoja, las guarde en mi corazón y me sirva de holocausto y agradecimiento para contigo. Rezar Avemaría y Gloria.
4. Encuentro de María con Jesús en el Vía Crucis.
Verdaderamente, calle de la amargura fue aquella en que encontraste a Jesús tan sucio, afeado y desgarrado, cargado con la cruz que se hizo responsable de todos los pecados de los hombres, cometidos y por cometer. ¡Pobre Madre! Quiero consolarte enjugando tus lágrimas con mi amor. Rezar Avemaría y Gloria.
5. Crucifixión de Jesús (Evangelio de Juan 19, 17-39)[5]
María, Reina de los mártires, el dolor y el amor son la fuerza que los lleva tras Jesús, ¡qué horrible tormento al contemplar la crueldad de aquellos esbirros del infierno traspasando con duros clavos los pies y manos del salvador! Todo lo sufriste por mi amor. Gracias, Madre mía, gracias. Rezar Avemaría y Gloria.
6. Descendimiento de la Cruz (Evangelio de Marcos 15, 42-46)[6]
Jesús muerto en brazos de María. ¿Qué sentías Madre? ¿Recordabas cuando Él era pequeño y lo acurrucabas en tus brazos?. Por este dolor te pido, Madre mía, morir entre tus brazos. Rezar Avemaría y Gloria.
7. Entierro de Jesús (Evangelio de Juan 19, 40-42)[7]
Acompañas a tu Hijo al sepulcro y debes dejarlo allí, solo. Ahora tu dolor aumenta, tienes que volver entre los hombres, los que te hemos matado al Hijo, porque Él murió por todos nuestros pecados. Y Tú nos perdonas y nos amas. Madre mía perdón, misericordia. Rezar Avemaría y Gloria.