Buscar el concepto de historia con sus referencias bibliograficas
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Explicación:
L a Historia ha sido una de las palabras de “intersección”, o mejor aún, el concepto cardinal alrededor del cual se ha cristalizado lo creíble, durante los dos
últimos siglos1
. El uso de la mayúscula bastaba ya como explicación, mientras
que el de la minúscula sugería otras explicaciones, tales como el establecimiento de leyes, la
localización de grandes movimientos de fondo, o el reconocimiento de la parte —más o menos grande— de la contingencia en los asuntos humanos. Paul Valéry, en su frecuente crítica
a la historia, se deshacía de la primera, la Historia (con mayúscula): “La palabra tiene dos
sentidos: cuando se escribe con H mayúscula, se refiere a un mito que se perfila amenazante,
como cuando afirmamos: la Historia nos enseña…, la Historia juzgará… Dos banalidades de un
mito”. En cuanto a la segunda, con una h minúscula, Valéry deploraba que sólo se tratara de
un “conjunto de escrituras”. Esto lo abordó, una y otra vez, en sus Cuadernos, desde su postura
crítica o reflexiva. Independientemente de las posiciones del mismo Valéry, los historiadores
se establecerán progresivamente en el campo de la historia (con minúscula), hasta convertirla
en su “territorio”2
. Un territorio limitado y a la vez en expansión, con sus “frentes pioneros” e
inmersiones en sus profundidades, en las cuales, bajo diversas apelaciones y formas diferentes,
el futuro seguía en el horizonte más o menos activo o imperativo. Durante el siglo XIX y una
buena parte del XX, los historiadores no han cesado de negociar con el régimen moderno de
historicidad, así como lo hicieron, a su manera, los escritores —y en primer lugar, los novelistas—, quienes privilegiaron casi siempre las fisuras y las discordancias de las temporalidades:
de Balzac a Sartre, pasando por Tolstoi y Musil.
Existe también aquella otra historia que el escritor Georges Perec llamó, en W ou le souvenir d’enfance, la Historia con su gran h, la misma que Valéry, a pesar de todos los ejercicios
de pensamiento cotidianos, no había podido reconocer ni vislumbrar su advenimiento.
“No tengo recuerdos de infancia —escribió Perec—, me privaron de ellos; otra historia,
la Grande, la Historia con su gran h, ya había respondido en mi lugar: la guerra, los
campos de concentración”3
. La historia, con o sin mayúscula, intentaría reponerse
AGREGA:
LA Kabra RD LK