Ciencias Sociales, pregunta formulada por danilosarabia26, hace 1 año

busca información sobre la evolucion en la velocidad del transporte. compara la velocidad entre un hombre a pie, uno a caballo, en automovil, en tren, en barco, en avion y una nave espacial. establece las consecuencias económicas que tiene utilizar uno u otro medio de transporte​

Respuestas a la pregunta

Contestado por erubyjaimes
6

La evolución en la velocidad del transporte se debe a los avances que ha tenido el hombre a través del tiempo para trasladarse por los distintos medios existentes: aire, mar y tierra.

Velocidades desarrolladas por:

  • un hombre a pie, existe una media de 89,7 metros por minuto.
  • a caballo, existe una media de 88 km/h.
  • en automóvil, puede alcanzar hasta 200 km/h dependiendo de la marca.
  • en tren, puede alcanzar una media de 250 km/h hasta 430 km/h,
  • en barco, existen máximas de 95 km/h.
  • en avión, de 257 a 290 km/h.
  • una nave espacial, puede alcanzar 29.000 km/h.

Las consecuencias económicas que tiene utilizar uno u otro medio de transporte​ se pueden establecer:

  • Capacidad de pago para su uso, dependerá de la disposición monetaria de una persona para poder adquirir o utilizar un medio de transporte determinado.
  • Tipo de energía requerida para la movilidad de los distintos tipos de transporte.
  • Uso masivo de transporte público.
  • Costos de mantenimiento de los diferentes tipos de transporte.
Contestado por princessximena11
1

Respuesta:

La influencia del ferrocarril en la organización del territorio y en la evolución de la red de ciudades es bien conocida, y ha dado lugar a una amplia tradición de estudios. Pero las investigaciones sobre la instalación y la evolución de redes ferroviarias han experimentado en los últimos años un gran desarrollo, debido a los importantes cambios que se han producido.

A pesar de que, en lo esencial, las redes de ferrocarriles se construyeron por empresas privadas, desde el mismo siglo XIX existe una amplia tendencia hacia la regulación y, luego, la intervención pública, que culmina en los años 1940 con procesos de estatalización en gran número de países. A partir de los años 1990 la Unión Europea ha impulsado una activa política de privatización que está teniendo grandes consecuencias en la organización de las redes.

Este artículo -que pone énfasis en la configuración de las redes ferroviarias y en los impactos sobre el desarrollo de las ciudades- presenta un panorama de alguno de los debates que hoy existen sobre estas cuestiones, a partir de una exploración de la bibliografía reciente publicada en España[1]. Se examinan sucesivamente, la configuración de las líneas y su impacto sobre el crecimiento urbano, la creación de redes, las desviaciones entre expectativas y realidades, la incidencia de las tarifas, los efectos de la competencia del automóvil sobre el ferrocarril, el comienzo de la regulación pública hasta llegar a la estatalización de los ferrocarriles, y los actuales procesos de privatización.

La configuración de las líneas

El ferrocarril ha sido esencial en la organización del territorio y en la reestructuración de las redes de ciudades[2], dando protagonismo a las que se convirtieron en nodos del sistema ferroviario. Las ciudades que quedaron al margen del trazado de la red tuvieron dificultades para competir con las otras en el desarrollo económico.

En general el ferrocarril se instaló por la actuación de grandes grupos económicos, organizados primeramente en los países más industrializados y en sus colonias y territorios dependientes. Actuó como integrador de mercados nacionales y pudo ser también la columna vertebral de los imperios; como, por ejemplo, en el caso británico, tanto en la India[3] como en África[4].

Primero se construyeron líneas concretas, muchas veces sin conexión entre sí. Solo más tarde se produciría su conversión en redes, con estructuras topológicas distintas y grados diferentes de conectividad[5]. En numerosas ocasiones lo que hicieron las líneas fue seguir rutas terrestres ya existentes y que funcionaban desde tiempos atrás, aunque con un trazado que se adaptaba a sus propias exigencias[6]. El diseño final de la red se vio también afectado por otros factores, tales como las consideraciones estratégicas (en particular, la necesidad de conectar con los puertos y las plazas fuertes militares), la existencia de áreas productivas de especial interés (minas, sectores agrícolas para la exportación), o las necesidades de la conexión con otros países. Pero, de manera general, puede afirmarse que la red ferroviaria se fue configurando durante el siglo XIX en relación, sobre todo, con el tamaño y el dinamismo económico de las poblaciones existentes.

 

Explicación:

denada

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