breve resumen del cuento “Algo muy grave va a suceder en este pueblo” Respondan diciendome el RESUMEN DEL CUENTO PORFAVOR
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Imagínese usted un poblado bastante diminuto donde existe una señora vieja que tiene 2 hijos, uno de 17 y una hija de 14. Los hijos le preguntan qué le pasa y ella les responde:.
—No sé, sin embargo he amanecido con la corazonada de que algo bastante grave va a sucederle a este poblado.
Aseguran que aquellos son presentimientos de vieja, cosas que pasan
—Te apuesto un peso a que no la haces.
Paga su peso y todos le preguntan qué pasó, si era una carambola fácil.
—Es cierto, empero me ha quedado la inquietud de una cosa que me comentó mi mamá esta mañana sobre algo grave que va a pasar a este poblado.
Todos se ríen de él, y el que se ha ganado su peso regresa a su vivienda, donde está con su madre o una nieta o en fin, cualquier pariente Feliz con su peso, dice:
—¿Y por qué es un tonto?
—Hombre, ya que no ha podido hacer una carambola sencillísima estorbado con la iniciativa de que su madre amaneció hoy con la iniciativa de que algo bastante grave va a pasar en este poblado.
La pariente lo oye y va a mercar carne. Ella le dice al carnicero:
—Véndame una libra de carne —y en el instante que se la permanecen cortando, agrega—: Mejor véndame 2, ya que andan mencionando que algo grave va a pasar y lo mejor es estar preparado. El carnicero despacha su carne y una vez que llega otra señora a mercar una libra de carne, le dice:.
—Tengo diversos hijos, mire, mejor deme 4 libras.
Se lleva las 4 libras; y para no hacer extenso el relato, mencionaré que el carnicero en media hora agota la carne, mata otra vaca, se vende toda y se va esparciendo el rumor. Llega el instante en que todo el planeta, en el poblado, está esperando que pase algo.
—¡Pero si en este poblado continuamente ha elaborado calor!
(Tanto calor que es poblado donde los músicos tenían aparatos remendados con brea y tocaban constantemente a la sombra ya que si tocaban al sol se les caían a pedazos.)
—Sí, empero jamás a esta hora.
Llega un rato de tal tensión para los pobladores del poblado, que todos permanecen desesperados por irse y no poseen el costo de realizarlo.
—Yo sí soy bastante macho —grita uno—. Yo me voy.
Agarra sus muebles, sus hijos, sus animales, los mete en una carreta y atraviesa la calle central donde está el pobre poblado viéndolo.
Y uno de los últimos que deja el poblado, dice:
—Que no venga la calamidad a caer sobre lo cual queda de nuestra vivienda —y entonces la incendia y otros incendian además sus viviendas.