breve comentario sobre este ejemplo..
Tomás es un niño activo y
participativo en la sala de clases, en general
tiene muy buenas relaciones con sus
compañeros; cuando comete errores en la
pizarra…se sonroja un poco pero luego
pregunta “¿puedo intentarlo otra vez?, me
equivoqué, ahora sí lo hago bien” y lo intenta
otra vez.
La tranquilidad y fortaleza con que se
relaciona Tomás nos despierta también una
sonrisa y lo animamos a intentarlo nuevamente,
pidiendo silencio y paciencia a los compañeros
–si es necesario- para que Tomás trabaje y lo
logre. En este caso estaremos reforzando su
seguridad, autonomía y propositividad frente a
un error. Lo más probable es que sus
experiencias en el vínculo primario hayan sido
fundamentalmente satisfactorias de cuidado y
protección otorgando seguridad para explorar,
errar y seguir sintiéndose querido.
Respuestas a la pregunta
Contestado por
1
Respuesta:
Opino que gracias a este paciente y ejemplar trato que recibió Tomás, este ya no tendrá problemas ni miedo al equivocarse, ya que será lo suficientemente seguro y positivo para levantarse e intentar de nuevo. A la vez que habrá establecido fuertes lazos con este tipo de trato y con aquellos que se lo han dado, y no es de extrañar, es un trato que todos deberían recibir para ayudar al autoestima y aumentar nuestras capacidades de desarrollo social y laboral.
Otras preguntas
Biología,
hace 6 meses
Historia,
hace 6 meses
Ciencias Sociales,
hace 6 meses
Matemáticas,
hace 1 año
Ciencias Sociales,
hace 1 año
Matemáticas,
hace 1 año
Matemáticas,
hace 1 año