borges y la ciencia
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
profundas sobre la realidad y los grandes avances científicos redefinen los límites de la imaginación. Y en este entrejuego creativo se complementan y se encuentran.” (p. 9)
Jorge Luis Borges, el escritor más citado por los científicos, ofrece una gran oportunidad para utilizar la literatura como un pretexto, valga la expresión, para hablar de ciencia y viceversa. Su caso corresponde al de un escritor que, sin ser científico, logró crear ficciones a partir de ideas provenientes de la matemática y la física moderna, que en algunos casos anticiparon planteamientos que serían desarrollados posteriormente en teorías como las de la mecánica cuántica, por ejemplo.
Pero, ¿cuánto sabía Borges sobre ciencia? Sus lecturas del filósofo lógico, matemático y escritor británico Bertrand Russell, así como del matemático alemán Georg Cantor, lo hicieron interesarse por las paradojas lógicas y los infinitos matemáticos (Martínez, 2006). Sobre física, como él mismo afirmaba, sabía casi nada. Sin embargo, Borges era un ávido lector, interesado en múltiples temas y de una gran imaginación e inteligencia, como consta en toda su obra. Eso lo llevó a plantear textos híbridos, cargados de referencias y juegos intertextuales que convocan a literatos, filósofos y científicos por igual. Sus textos han sido abordados desde múltiples perspectivas, siendo una de las más recientes el interés por las lecciones sobre matemática y física presentes en algunos de sus textos más representativos.
En su libro Borges y la matemática (2006), por ejemplo, el matemático y escritor argentino Guillermo Martínez, aborda en detalle la presencia de este tema en numerosos relatos y ensayos. En su análisis encuentra grandes lecciones sobre lógica, probabilidad, estadística y teoría combinatoria, así como otras más pequeñas sobre geometría, cuarta dimensión y lenguaje matemático en general.
El tema destaca en relatos como “El Aleph” (El Aleph, 1949), “La Biblioteca de Babel” (Ficciones, 1944), “La muerte y la brújula” (Ficciones, 1944), “El disco” (El libro de arena, 1975), “Argumentum Ornithologicum” (El hacedor, 1960); y en ensayos como “Avatares de la tortuga” (Discusión, 1932), “La perpetua carrera de Aquiles y la Tortuga” (Discusión, 1932), “El idioma analítico de John Wilkins” (Otras inquisiciones, 1952), “La doctrina de los ciclos” (Historia de la eternidad, 1936), “La esfera de Pascal” (Otras inquisiciones, 1952), solo por mencionar algunos de los más importantes.
Martínez también enlista poco más de 180 citas que hacen referencia a ideas o conceptos matemáticos, y que se relacionan con algunas de las obsesiones borgeanas que asoman en toda su obra como el tiempo, el infinito, el universo, Dios, el lenguaje, entre otras.[1]
Por su parte, el músico y físico argentino Alberto Rojo es conocido por su abordaje de la obra de Borges desde su vinculación con la física cuántica. Son múltiples sus aportes sobre el tema, siendo el más importante el libro Borges y la física cuántica, publicado originalmente en 2013. En este centra su atención en relatos tales como “El jardín de los senderos que se bifurcan” (Ficciones, 1944), “El otro” (El libro de arena, 1975), “El milagro secreto” (Ficciones, 1944), “El Aleph” (El Aleph, 1949), entre otros. Rojo enfatiza el hecho de que Borges haya logrado anticipar la teoría de los universos paralelos que se multiplican de la mecánica cuántica, tomando en cuenta que el primer trabajo sobre el tema no fue conocido hasta 1957, momento en el que Huge Evertt III publica su tesis de doctorado Relative State Formulation on Quantum Mechanics
Explicación:
Coronita xfavor.