Historia, pregunta formulada por condorinicolas, hace 15 días

biografía del señor vasil levski


por favor es para hoy

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Contestado por brayancam49
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que es para oy

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e no entendí

Contestado por elchema123
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Hay una figura en la historia búlgara que perdura envuelta en un aura sin igual: Vasil Levski, considerado el Apóstol de la independencia nacional, venerado por el pueblo tanto o más que los santos

Convertido en leyenda ya durante su vida, la sola mención del nombre de Vasil Levski despierta los sentimientos más profundos en cada uno de nosotros. Generación tras generación los búlgaros vivimos y crecemos inspirados en su obra en aras de la patria.

Levski desarrolló su actividad entre finales de los 60 y principios de los 70 del s. XIX, cuando el movimiento de liberación nacional busca nuevas vías para lograr el rechazo de la secular dominación otomana, cuando ni las sublevaciones locales, ni los destacamentos armados formados en el extranjero conducen al resultado deseado.

El propio Levski toma parte de un destacamento guerrillero que sale de la vecina Rumania, y llega a los montes Balcanes donde, al cabo de unos meses, se vio obligado a retirarse a Servia. Carecen de perspectivas también las llamadas “legiones búlgaras” formadas en Belgrado, la capital servia, por inspiración del prócer de la independencia búlgara Gueorgui Rakovski, en las que Levski también participa. Entonces, en medio de los patriotas búlgaros que viven en el exilio, nace y poco a poco cobra cuerpo la idea de crear comités revolucionarios dentro del país. En una carta al jefe rebelde Panayot Jitov, Vasil Levski escribe: “Lo haré, si Dios quiere, con lo cual si gano, gana todo el pueblo, y si pierdo, me pierdo solo a mí mismo”.

Vasil Levski se entrega plenamente a la realización de su proyecto. Desde inicios de 1869 hasta finales de 1872 consigue establecer una densa red de comités clandestinos en todo el territorio nacional. De esta manera se fue estructurando la organización revolucionaria que contaba con sus estatutos, sus correos clandestinos y su policía interna.

Levski se proponía impulsar al pueblo a la insurrección, a la revolución general, inspirada en las nociones que perduraban del Estado Búlgaro independiente, y centrada en promover el desarrollo democrático de la nueva Bulgaria. Era una causa sagrada que arraigó en todos los medios sociales: campesinos, artesanos, comerciantes, maestros de escuela, sacerdotes cristianos.

Tan amplio alcance de la idea revolucionaria se debió no solo al clima general que se respiraba en el país, ávido de libertad política y económica, sino, en no poca medida, al talento organizador del propio Apóstol.

“Todo su ser inspiraba confianza y por esto conquistaba las almas y se ganaba adeptos dispuestos a secundarlo hasta en las empresas más peligrosas”, es el testimonio de muchos contemporáneos de aquella gloriosa gesta.

“Era un hombre que no conocía el miedo - recuerda por su parte el ya mencionado Panayot Jitov, relevante figura revolucionaria -. Su única pasión era la libertad de la patria. Sentía especial predilección por las viejas canciones populares que él mismo conocía a la perfección”.

Levski, cual verdadero Apóstol de la Libertad, abogó por una revolución general en contra de la tiranía del Sultán, en nombre de una república democrática.

“En Bulgaria nuestro objetivo es la fraternidad entre todos, sin reparar en religión ni nacionalidad”, afirmaba.

Revolucionario intrépido, Levski logró escapar a las innumerables emboscadas que la tendían la autoridad turca. Bajo nombres ficticios, hábilmente disfrazado, Levski circulaba por las tierras búlgaras, y en todas partes era acogido con esperanza y recibía cobijo seguro.

A finales de 1872 el cerco en torno a Vasil Levski se estrechó sobremanera. Así se llegó al trágico desenlace. La policía turca sorprendió al Apóstol durante uno de sus viajes, y tras una breve refriega logró ponerlo bajo arresto.

Llevado ante el Tribunal, en un juicio sumario, el Apóstol supo proteger a sus seguidores y salvar la organización revolucionaria. En 1873, el 19 de febrero, fue llevado al cadalso. De hecho, ya había cumplido con su misión.

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