«Bicentenario» debe ser una de las palabras más pronunciadas o escritas en los últimos meses en el
Perú. Lo interesante de esta recurrente mención es que tiene –además de un carácter
conmemorativo– un alto contenido esperanzador.
Hay motivos para mirar con optimismo el presente y el futuro. Esta generación, si desarrolla sus
capacidades de forma pertinente, puede impulsar y ensanchar oportunidades de desarrollo personal,
ciudadano y económico. Para ello, la educación tiene un papel decisivo en su capacidad de
transformar la vida de las personas, y es en este campo donde se encuentran grandes desafíos.
Tener mejores herramientas para que chicas y chicos ejerzan su ciudadanía y después se integren al
mercado laboral es, sin duda, una aspiración. Si bien ahora en el Perú urbano y rural hay más
adolescentes que ingresan a la secundaria, todo indica que la educación todavía no responde a las
expectativas e intereses de sus estudiantes, a las exigencias de un mundo que avanza con rapidez, a entornos diversos y
urgidos de mayores capacidades interculturales.
Por ello, saludo la preocupación del Ministerio de Educación respecto de los cerca de 280 000 adolescentes que no están
en el sistema educativo; los 132 000 adolescentes que abandonan su educación secundaria; y los 630 000 que no la
concluyen en edad oportuna (16 a 18 años).
El Estado peruano ha emprendido este enorme desafío que espera superar en los próximos 10 años. Un primer paso es
reconocer las potencialidades que puede aportar la adolescencia en el desarrollo de la persona. Escuchar la voz
adolescente es clave para que la escuela responda a formar personas más capaces de aportar al desarrollo.
El Ministerio de Educación está en esa ruta y recientemente organizó el Primer Seminario Internacional Generación
Bicentenario, Adolescentes y Educación. Ahí, más de 50 adolescentes discutieron sobre la escuela a la que aspiran.
Entre otros aspectos, señalaron que los estudiantes deben ser parte del gobierno escolar. Además, indicaron que la
escuela a la que aspiran es una escuela en la que se respete la diversidad, se promuevan actividades saludables y en la
que se identifiquen y desarrollen las habilidades de cada uno de los y las estudiantes.
La adolescencia es una oportunidad de desarrollo cognitivo, pensamiento crítico y fortalecimiento de la identidad.
Que el Perú no pierda la oportunidad y energía del «Bicentenario», con una generación capaz de desarrollar sus
proyectos de vida y aportar al bien común.
surayen
Respuestas a la pregunta
Respuesta:«Bicentenario» debe ser una de las palabras más pronunciadas o escritas en los últimos meses en el Perú. Lo interesante de esta recurrente mención es que tiene –además de un carácter conmemorativo– un alto contenido esperanzador. Hay motivos para mirar con optimismo el presente y el futuro.«Bicentenario» debe ser una de las palabras más pronunciadas o escritas en los últimos meses en el Perú. Lo interesante de esta recurrente mención es que tiene –además de un carácter conmemorativo– un alto contenido esperanzador. Hay motivos para mirar con optimismo el presente y el futuro.«Bicentenario» debe ser una de las palabras más pronunciadas o escritas en los últimos meses en el Perú. Lo interesante de esta recurrente mención es que tiene –además de un carácter conmemorativo– un alto contenido esperanzador. Hay motivos para mirar con optimismo el presente y el futuro.«Bicentenario» debe ser una de las palabras más pronunciadas o escritas en los últimos meses en el Perú. Lo interesante de esta recurrente mención es que tiene –además de un carácter conmemorativo– un alto contenido esperanzador. Hay motivos para mirar con optimismo el presente y el futuro.«Bicentenario» debe ser una de las palabras más pronunciadas o escritas en los últimos meses en el Perú. Lo interesante de esta recurrente mención es que tiene –además de un carácter conmemorativo– un alto contenido esperanzador. Hay motivos para mirar con optimismo el presente y el futuro.«Bicentenario» debe ser una de las palabras más pronunciadas o escritas en los últimos meses en el Perú. Lo interesante de esta recurrente mención es que tiene –además de un carácter conmemorativo– un alto contenido esperanzador. Hay motivos para mirar con optimismo el presente y el futuro.«Bicentenario» debe ser una de las palabras más pronunciadas o escritas en los últimos meses en el Perú. Lo interesante de esta recurrente mención es que tiene –además de un carácter conmemorativo– un alto contenido esperanzador. Hay motivos para mirar con optimismo el presente y el futuro.«Bicentenario» debe ser una de las palabras más pronunciadas o escritas en los últimos meses en el Perú. Lo interesante de esta recurrente mención es que tiene –además de un carácter conmemorativo– un alto contenido esperanzador. Hay motivos para mirar con optimismo el presente y el futuro.«Bicentenario» debe ser una de las palabras más pronunciadas o escritas en los últimos meses en el Perú. Lo interesante de esta recurrente mención es que tiene –además de un carácter conmemorativo– un alto contenido esperanzador. Hay motivos para mirar con optimismo el presente y el futuro.«Bicentenario» debe ser una de las palabras más pronunciadas o escritas en los últimos meses en el Perú. Lo interesante de esta recurrente mención es que tiene –además de un carácter conmemorativo– un alto contenido esperanzador. Hay motivos para mirar con optimismo el presente y el futuro.«Bicentenario» debe ser una de las palabras más pronunciadas o escritas en los últimos meses en el Perú. Lo interesante de esta recurrente mención es que tiene –además de un carácter conmemorativo– un alto contenido esperanzador. Hay motivos para mirar con optimismo el presente y el futuro.«Bicentenario» debe ser una de las palabras más pronunciadas o escritas en los últimos meses en el Perú. Lo interesante de esta recurrente mención es que tiene –además de un carácter conmemorativo– un alto contenido esperanzador. Hay motivos para mirar con optimismo el presente y el futuro.«Bicentenario» debe ser una de las palabras más pronunciadas o escritas en los últimos meses en el Perú. Lo interesante de esta recurrente mención es que tiene –además de un carácter conmemorativo– un alto contenido esperanzador. Hay motivos para mirar con optimismo el presente y el futuro.«Bicentenario» debe ser una de las palabras más pronunciadas o escritas en los últimos meses en el Perú. Lo interesante de esta recurrente mención es que tiene –además de un carácter conmemorativo– un alto contenido esperanzador. Hay motivos para mirar con optimismo el presente y el futuro.
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