b). Las regiones que no contaban con grandes yacimientos de metales preciosos, como Centroamérica, las actividades económicas que se desarrollaron fueron:
Respuestas a la pregunta
Respuesta:

La minería en la America española se centró en la extracción de metales preciosos, es decir, plata y, en menor medida, oro. Los minerales de baja ley (cobre, estaño, plomo, etc.) fueron explotados muy escasamente, si bien eran corrientes. Especialmente en los Andes, en territorios de la Audiencia de Charcas, existían yacimientos de estos metales. Además se descubrió una zona rica en perlas alrededor de la isla Margarita, pero se agotó en el siglo XVI. De hecho resultaba más barato importar los metales de baja ley (por ejemplo el hierro), antes que producirlos en América.
No cabe duda que oro y plata fueron los incentivos principales para la mayoría de los europeos que marcharon al Nuevo Mundo. Para conseguir las preciadas riquezas los conquistadores no escatimaron esfuerzo alguno y se disputaron todo vestigio aurífero.

En un comienzo los nativos fueron violentamente presionados para que revelaran la procedencia del oro de sus adornos. Luego, la ininterrumpida búsqueda de metales preciosos permitió a los españoles el hallazgo de importantes yacimientos mineros, sobre todo a partir de la segunda mitad del siglo XVI.

Las minas de oro de Carabaya, Antioquia, Chocó, Popayán y Zaruma y las de plata de Taxco, Guanajuato, Zacatecas, Potosí o Castrovirreina impulsaron el desarrollo económico indiano. Una verdadera fiebre por la riqueza fácil se apoderó de los europeos, cuyo principal lazo de unión con América será, en adelante, la producción minera y el comercio que se desarrolló en torno a ésta.

En torno a las industrias extractivas giraron otros sectores de la economía, como agricultura, comercio y transportes. Para abastecer a las ciudades mineras surgieron explotaciones agrícolas y ganaderas alrededor de ellas y para dar salida a la producción metálica se construyeron caminos que las unían con los puertos de embarque.
Tal como indica Guillermo Céspedes del Castillo, el flujo de metales preciosos hacia Europa "transforma y activa la vida económica del Viejo Mundo y de todo el orbe". De hecho, las exportaciones de oro y plata a la península alcanzaron una proporción superior al noventa por ciento del valor total de las mismas.
A continuación presentamos una serie de gráficos ilustrativos de la producción minera colonial.