b) Explicar cuál es el error en la siguiente oración: Cocinando algo rico.
Parte 2 Literatura - Leer el cuento de desesperadas", Schweblin y responder:
a) ¿Qué impresión te causó el cuento?
b) ¿Cómo es la relación entre las mujeres abandonadas?
c) Rastrear cinco palabras que formen parte del campo semántico de la tristeza.
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
NOTA: Las lecturas para esta prueba se tomaron de material impreso que presenta planteamientos significativos para el análisis o evaluación. Las ideas contenidas en estas son responsabilidad exclusiva de sus autores.
Instrucciones: Los ejercicios de esta sección se basan en el contenido de las lecturas. Los ejercicios del par de lecturas están basados en las relaciones entre ambos textos. Después de leer, seleccione la mejor respuesta para cada ejercicio y oscurezca el espacio de la letra correspondiente en la hoja de respuestas. Conteste todos los ejercicios de las lecturas, basándose en lo que estas afirman o sugieren.
Los ejercicios del 1 al 9 se basan en la siguiente lectura:
Esta lectura trata sobre la ciudad de San Juan
Desde el muelle de madera abandonado, un hombre
pesca en las aguas de una bahía donde se refleja un
atardecer que intenta ser plateado. A lo lejos, una hilera
de palmas; más acá, rocas grises, gigantescas, que han
(5)colocado para que el mar no se trague a la ciudad.
Como agujas de tejer, cien gatos amarillos y negros
entran y salen sincronizados entre las rocas. El hombre
es pescador y se llama Delfín. La ciudad, multicolor, es
amurallada y se llama San Juan. Sus casas coloniales se
(10)repiten en cien serigrafías, en un millón de postales, en
la memoria de antaño de sus habitantes.
La bahía enlaza con el estuario donde hubo
manglares, contrabando y conspiraciones. El agua
fluye desde las lagunas en cuyo entorno la ciudad se ha
(15)expandido con puentes cortos y largas calles que unen
islotes y encierran quebradas.
En resquicios de casas y edificios las palomas
urbanas duermen; desde los márgenes de la ciudad,
en bolsillos verdes de árboles que sobreviven, miran
(20)avizores los pájaros esperando el amanecer, que es
amarillo. Ruiseñores y tórtolas, un puñado de pitirres,
changos a granel, cotorras y, siempre, una garza blanca
sola, como una conciencia limpia, sola, parada de
mañana a la boca de un caño mirando estática los
(25)bordes de la ciudad.
Desde allí no se ven los multipisos, ni la cúpula
del Capitolio, ni la torre de la universidad, ni la antigua
catedral; ningún edificio simbólico de calendario
puertorriqueño es visible desde los linderos. Entonces
(30)la garza alza vuelo y aparece la ciudad, la que se ve y no
se esconde, de guagüitas-restaurantes en donde todos
los días a las seis y quince en punto huele a café de
verdad.
En punto de cruz está bordada la madeja de las
(35)viejas azoteas; allí los postes de luz se multiplican
y lanzan guirnaldas de tendido eléctrico que
anunciaron la modernidad hace 100 años. Amanece,
y los porteadores de periódicos se han desplazado
a los cruces de las calles por donde circulan apenas
(40)tres autos, doce camionetas y una grúa. De pronto,
cien mil vehículos aparecen de todos lados y gritan,
vociferan, que ese es predio suyo. En ellos van escolares
con uniformes a cuadros, y cientos de oficinistas,
maestros, estilistas, policías, banqueros y enfermeras;
(45)van abuelas, padrinos, nietos, amantes; agricultores en
camiones rojos llenos de plátanos verdes, estudiantes
en carros azules llenos de sueños dorados.
Y en una calle vecinal, frente a una casa rosa art
déco y a un negocio de comida forrado de plástico
(50)anaranjado, una hilera de carros atascados donde van
los arquitectos y los poetas, los únicos que sueñan
la ciudad. A veces configuran un mismo espacio y
encuentran en un bolsillo urbano eficiencia y poesía;
las más están en desacuerdo porque han cesado de
(55)mirar de igual manera. En un recodo, caminando de
frente aparecen los pintores. Hace años que muestran
la ciudad en cuadros majestuosos de cortinajes y
almirantes, en intensos grabados de barrios calientes,
de estatuas que sienten frío.
(60)La ciudad entre dos aguas tiene luces que no
engañan, mano a mano, verso a verso, luz de luna o
pinceladas. La ciudad vive azorada, la ciudad duerme
insegura, como todas las ciudades; pero da cobijo
y ama al que aguanta y se recrea, al que siempre la
(65)acompaña. Isla, mar, islote y casa, edificio colonial,
autopista que la cruza, gente de mal vivir, gente que la
quiere bien, cinco siglos historiados en ladrillo y en
acero, en adoquines y asfalto.
El pescador sigue en el muelle junto a la Puerta de
(70)San Juan, la garza mira de lejos un barco cobrizo y rojo
entrando por la bahía; todo cambia cada siglo, medio
siglo marca un cambio, olas verdes, cielo estaño, otras
señas, otras vidas, otra garza, otro Delfín; el tiempo
ya configura otro mapa y sus fronteras, la ciudad se
delimita, infinita es la ciudad.
Explicación:
espero q te ayude